Han dado las doce en Pintores, frenesí de bolsas, de escaparates tozudos que muestran abrigos que no logran vencer al hombre del tiempo. La antigua farmacia, famosa por su rebotica que albergó la tertulia de intelectuales más concurrida de toda la ciudad, es hoy un edificio en obras en el que se construyen apartamentos. Enfrente, Claudio Portalo recita poemas de Miguel Hernández; en el suelo, su sombrero rojo, ya con monedas, y un cartel que reza ‘Estudiante de teatro sin recursos, también se aceptan libros’.

El trabajo transforma el talento en genio. Y Claudio tiene mucho talento, y mucho empeño también. Pintores es desde hace tres semanas su particular teatro al aire libre, justo desde el día en que se vio en números rojos y una sonrisa lo lanzó a la calle. Hace dos años que se vino desde Badajoz a Cáceres para cumplir su sueño de ser actor y no está dispuesto a renunciar a él, aún menos por dinero.

Juanma Donoso: El músico con su guitarra.

Ingresó en la Escuela Superior de Arte Dramático. Está en segundo curso. Ahora, con el comienzo de las clases, «la factura se va por los aires». Claudio comparte piso en el barrio de Colón. En él viven cinco estudiantes, tres de ellos erasmus, son 120 euros mensuales los que han de abonar cada uno, aunque en septiembre, con la fianza, la cosa se ha ido a los 300. Luz, agua, gas, matrícula (que cuesta 500 euros por año, más libros, maquillajes para caracterización, sables para la asignatura de lucha escénica)... En total, más de 400 euros cada mes.

Entre clase y clase Claudio regresa a Pintores, va y viene entre esos versos tan bonitos que le ha escrito a Cáceres. Acepta dinero, hay días en que durante una hora ha logrado recaudar hasta 30 euros. Pero también admite libros porque las monedas le costean la vida y las letras le ayudan a formarse. ¡Qué grande este Claudio, que por algo tiene nombre de emperador romano!

Este verano participó en el Viriato que cerró el Festival de Teatro Clásico de Mérida y también en las rutas teatralizadas que se hicieron por la parte antigua. Pero no son buenos tiempos para la lírica y él, como hizo su hermano cuando estuvo en Camden Town, ha decidido tomar el tren que te lleva hacia delante.

En Pintores sigue el bullicio. Metros más abajo Juanma Donoso toca su guitarra, Josefa Esteban vende tomillo y a las puertas de la nueva Perfumería Súper ofrecen pruebas gratuitas de las mejores esencias... Y es que ya lo dijo Séneca: «El trabajo y la lucha llaman siempre a los mejores».