La superficie fumigada por la empresa Conyser para acabar con las manchas y el olor a orina en el casco viejo ha descendido más de la mitad, debido al cambio de ubicación del ´botellón´. Si hasta hace dos años la empresa empleaba 300 litros mensuales de un producto especial de coste elevado (6 euros el litro, es decir, 1.800 euros al mes), ahora sólo utiliza 120.

Las fumigaciones comenzaron hace varios años debido a los fuertes olores que desprendían numerosos rincones del casco antiguo, a las molestias para los vecinos y a la mala sensación que se llevaban los turistas. La empresa llegó a realizar varios servicios por semana.