Toda la maquinaria está ya en marcha para la celebración del acto religioso que mayor devoción despierta entre los cacereños: el novenario de la Virgen de la Montaña, patrona de la ciudad. Ayer, el vicemayordomo de su Real Cofradía, Francisco Javier Acedo Reifarth, presentó el programa diseñado por la junta de gobierno, cuya novedad de este año es, sin duda, la recuperación de la campaña que con el lema Cada cacereño un clavel se celebró durante años en la capital y que luego se abandonó. Está previsto para el miércoles, 30 de abril.

La tradición pasa por la donación de una flor por parte de los cacereños para la confección de un tapiz, que esta vez recreará la imagen de la patrona y no el escudo de Cáceres como era habitual desde el 2006, año en el que la cofradía decidió llenar de flores la fachada de Santa María dentro de los actos de conmemoración del centenario de la declaración del patronazgo canónico de la Virgen sobre la ciudad. Se necesitarán 170.000 claveles y se pedirá la colaboración de todos los colegios de Cáceres, asociaciones juveniles, de vecinos y demás organizaciones.

El pregón será mañana. Lo ofrecerá, a las 20.30 en el Aula de Cultura de Clavellinas, el juez de lo Penal Jesús María Gómez Flores. El pregón es el acto con el que oficialmente arranca un programa cuyo eje religioso principal es el solemne novenario que, como marca la tradición desde el 3 de mayo de 1641, se inicia tras la procesión de bajada de la Virgen, este año fechada el 23 de abril, también Día de San Jorge (no es la primera que ambos actos coinciden). Tendrá dos debutantes: Carmen Heras como alcaldesa, y Francisco Cerro --que regalará un pectoral a la Virgen-- como obispo.

La imagen, de estilo sevillano y tallada entre 1620-1626, saldrá del santuario a las 16.30 con el manto que le regaló la ciudad en 1949. Subirá el 4 de mayo con el de terciopelo rojo regalo de la cofradía en 1998.