La Jefatura Provincial de Tráfico establecerá un total de 160 puntos de control en las carreteras de la provincia cacereña a lo largo de diciembre, para realizar test de alcoholemia y reducir la elevada cifra de accidentes que se registran en Navidad. De ellos, 140 corresponden a los controles efectuados mensualmente por la jefatura, y los 20 restantes se llevarán a cabo esta misma semana dentro de una campaña nacional que pretende paliar el exceso de alcohol en las comidas de amigos y compañeros de trabajo, sobre todo entre los jóvenes.

La Guardia Civil montará los dispositivos de control en distintas carreteras, especialmente en los tramos que entrañan más riesgo, y lo hará a cualquier hora del día o de la noche. Si el conductor es interceptado ebrio puede enfrentarse a multas que alcanzan los 600 euros y a la suspensión del permiso durante periodos de hasta tres meses.

El casco urbano cacereño será vigilado por la policía local, que se sumará a esta campaña nacional y reforzará sus controles de alcoholemia. También realizará test durante las horas del día para prevenir los accidentes derivados de almuerzos copiosos.

DETENCIONES Precisamente, la Guardia Civil detuvo el fin de semana a cuatro usuarios acusados de un presunto delito contra la seguridad del tráfico en la provincia, al ser sorprendidos conduciendo ebrios. Uno de ellos iba al volante de un vehículo que sufrió un accidente, que tuvo como resultado un muerto.