El ayuntamiento aceptó ayer la alegación presentada por la Asociación de Empresarios de Aldea Moret, donde hay treinta empresas que son contrarias a su traslado, que es una de las previsiones incluidas en la revisión del Plan General Municipal (PGM). El acuerdo no es firme, pero la comisión municipal de Urbanismo sí dictaminó ayer a favor de aceptar la alegación, aunque sin que se renuncie a una reordenación de Aldea Moret entre la avenida de la Constitución y la carretera de Mérida.

El acuerdo de la comisión es que se redefinirá la propuesta de reordenación de Aldea Moret que se plantea en la revisión del plan general de urbanismo para que las actividades ya existentes, las treinta empresas de la asociación que en su mayoría son del sector servicios y concesionarios, queden recogidas en el documento del nuevo plan.

El presidente de la comisión local, José Antonio Villa, matizó que no se renuncia a una reorganización de Aldea Moret más racional, pero que un traslado de los empresarios conllevaría unos costes que pueden dificultar toda la reordenación de la zona.

Villa apuntó que entre los argumentos que ofrece el equipo redactor del plan para considerar que debe aceptarse la alegación se indica que la eliminación de esas actividades empresariales, que están en funcionamiento, conllevaría "una carga --económica-- excesiva para el nuevo ámbito de ordenación". No obstante, el concejal apuntó que el equipo redactor insiste en la necesidad de una reordenación para "dar cabida de forma lógica a la mezcla de usos que en la actualidad hay en la zona".

La solución pasaría, por lo apuntado ayer en la comisión local, por intentar compatibilizar las actuales actividades comerciales e industriales con una reordenación del espacio entre la avenida de la Constitución y la carretera de Mérida, que incluya usos residenciales, comerciales y el bulevar que se proyecta en el actual trazado de la vía del tren cuando se haga efectiva el traslado de la estación y de la infraestructura ferroviaria.

DOS ZONAS La transformación con usos residenciales del suelo que ocupa el polígono industrial, que se creó hace cuarenta años, ya aparece planificada en el plan general de urbanismo en vigor desde 1999, aunque no se ha llegado a ejecutar. Lo que se hace con la revisión es ampliar el ámbito de intervención a toda la zona que está entre la avenida de la Constitución y la carretera de Mérida (N-630), que se divide en dos áreas de desarrollo.

La que afecta al espacio que actualmente ocupa el polígono empresarial y otras zonas aledañas, hasta sumar un total de 13 hectáreas, queda ordenada en el nuevo plan general de urbanismo con un millar de viviendas, de las que el 50% serían de protección oficial, además habría una hectárea para usos comerciales, espacios verdes y otros equipamientos y dotaciones para la nueva área residencial. Lo que plantean los empresarios en su alegación es que la parte de las 13 hectáreas que ahora está sin edificar se desarrolle según las previsiones del nuevo plan general, mientras que la zona donde ahora está el polígono se mantenga con sus actuales usos empresariales y potenciando las posibilidades comerciales de este espacio.

La asociación argumenta en su alegación que el traslado de las empresas y su sustitución por viviendas conllevaría un coste inicial, solo con las indemnizaciones que deberían percibir las empresas por su traslado, que económicamente dificultaría la operación proyectada, además se recuerda que desde 1999 se puede destinar el suelo a uso residencial y que esto no se ha producido y también se apunta que ninguna de las empresas desarrolla una actividad industrial, por lo que se considera que son compatibles con el núcleo residencial cercano de Aldea Moret.