La Audiencia Provincial juzgará el próximo 12 de septiembre por coacciones, amenazas y prevaricación a un suboficial de la policía local, R. A. R., y dos agentes a su mando, P. F. M. y A. C. G., que supuestamente urdieron un plan para presionar y amedrentar al dueño de un taller que había comprado una furgoneta por la que había mostrado también interés el suboficial. La fiscalía ha pedido para los tres policías dos años de prisión.

El suboficial quería que le revendiera la furgoneta, una Mercedes Vito, para el equipo de mantenimiento de un colectivo de coches clásicos, pero no llegaron a ningún acuerdo, por lo que el oficial le indicó que se atuviera a las consencuencias, según siempre la versión de la Fiscalía. Por ello, los acusados, aprovechando un día que todos coincidieron de servicio, decidieron retirar de la vía pública varios vehículos propiedad del taller que estaban estacionados en la Ronda de San Francisco.

PREVARICACION Los hechos ocurrieron entre marzo y octubre del año pasado. Una noche de octubre los agentes retiraron con la grúa la furgoneta en discusión y otro vehículo a sabiendas de que no incurrían en ninguna infracción puesto que eran vehículos que no circulaban por la calle, de ahí el delito de prevaricación.

Cuando el dueño del taller se personó en el centro de la policía local para que se les devolvieran los vehículos, el suboficial lo impidió alegando aparcamiento inadecuado. El dueño del taller tuvo que recurrir a los tribunales para que les fueran devueltos los vehículos de su propiedad. Así que presentó una denuncia en el juzgado y finalmente pudo recuperarlos por orden judicial.

La Fiscalía ha considerado la agravante de ser empleado público para la imposición de la pena. Además de la condena de dos años, se le solicita a los acusados que indemnicen al dueño del taller con 3.000 euros.