"Al principio era joven... él era buen tipo. Me consideraba bonita, inteligente y digna de ser amada. El día de la boda caminamos felices por la nave central de la Iglesia: contamos con la bendición de Dios para nuestra unión. Luego vinieron las palabras amenazadoras... Me hacía sentir fea, bruta, indigna del amor de Dios y de los humanos. Comencé a llorar todas las noches. Más tarde llegaron los golpes... Él me decía que me los merecía... Pensé que quizás él tendría razón...Yo recordaba que había prometido ser su esposa para siempre. Finalmente abrí los ojos y me llegó la liberación....". 'Te doy mis ojos' cuenta la historia de Pilar y Antonio pero también de quienes los rodean, una madre que consiente, una hermana que no entiende, un hijo que mira y calla, unas amigas, una sociedad, una historia de amor, de miedo, de control y de poder, que al fin y al cabo es eso en lo que consiste el maltrato, la actitud más deleznable del ser humano magistralmente contada por la directora Icíar Bollaín.

"Le di miles de oportunidades. En una de tantas me fui con mi madre, me llevé a los niños, pero arrastraba a mis hijos, arrastraba mis miserias, mis enfermedades, porque llegó un momento en que caí enferma, no podía con mi vida... Es una cadena de problemas, hasta que al final cedes, cedes porque dices: me prometió que iba a cambiar. Y entonces crees, pero no es así, no se cambia nunca. Y de hecho nunca cambió...". Ivonne Romero hablaba así para El Periódico en 2008. Hoy, siete años después, nos resistimos a olvidar el dramático testimonio de una mujer que huyó de Uruguay hasta Cáceres para salir del deleznable infierno en que vivió.

Es un ejemplo más, ponerse en la mente de los hombres que no aman a las mujeres. Y eso es lo que ayer hizo la Diputación de Cáceres con su Asamblea de Mujeres, la primera que se celebra esta legislatura y que no será la última. El objetivo, hablar de lo que realmente interesa a las mujeres, a la sociedad en su conjunto, acabar con la violencia de género y aspirar a una igualdad de oportunidades real y no de boquilla. Hacía tiempo que una institución pública no abordaba el maltrato con una campaña tan bien hecha, tan bien pensada, tan elaborada. Era algo tan aliviador como sentir que nuestros impuestos se emplean en algo que realmente merece la pena: concienciar, involucrar a todos los sectores sociales, convertir a los políticos en verdaderos altavoces de lo que importa a la gente, salir de los despachos, llevar a los despachos a las mujeres, sobre todo a las del medio rural, para que ellas opinen sobre su situación, sobre lo que hay que hacer, sobre las mejoras que se exigen en sus pueblos, porque en ellos también hay maltrato, que no solo en las ciudades, y es tan difícil atajarlo como en Madrid, en Barcelona o en Bilbao.

El efecto mariposa

La diputación quería lanzar un mensaje impactante y para ello creó 'Tormenta de Ideas', un grupo de trabajo de la institución formado por la presidenta Charo Cordero junto a un equipo de profesionales compuesto por Carmen Sánchez, Mari Cruz Vázquez, Chon Plaza, Juanma Serrano, Juan Díaz y Marifé Plata. Era necesario huir de los tópicos. ¿Recuerdan los anuncios de la Dirección General de Tráfico? utilizaban escenas de gran crudeza para advertir de las consecuencias que puede producir la conducción peligrosa y el incumplimiento de las normas. Salvando las distancias, algo parecido ha hecho la diputación: desplegar una gran pancarta en la fachada del Palacio Provincial, que es una esquela en la que aparecen los nombres de las 48 mujeres asesinadas en lo que va de año en España a manos de sus parejas.

La esquela, no cabe duda, atrae por su dureza, pero se hace necesaria porque hay que explicarle a la ciudadanía el llamado 'efecto mariposa', terminología que se acuñó por primera vez en Estados Unidos. Fue un matemático quién demostró hasta que punto el aleteo de una mariposa en Brasil puede provocar un maremoto en Texas. Dicho de otro modo, cómo lo que cada uno hacemos como individuo puede afectar a toda la sociedad en su conjunto. Porque si tú le pegas a tu mujer, estás pegándole también a tus hijos, a tus padres, a tus amigos... y eso tiene un efecto rebote de trágicas consecuencias sociales.

La campaña se aborda con motivo del Día Internacional de Lucha contra la Violencia de Género que se celebra hoy. Y a esta esquela de grandes dimensiones se unen otras miles, de menor tamaño, que todos los ayuntamientos de la provincia, así como la Asociación de Comerciantes de Cáceres y la Federación de Asociaciones de Vecinos, además de los particulares que lo deseen, se han comprometido a exponer en lugares visibles para mostrar la postura unánime contra la violencia.

El acto se celebró en la sede de la diputación. Acudieron miembros de la corporación, figuras relevantes del deporte extremeño como Javier Cienfuegos (Montijo, 1990), atleta especializado en lanzamiento de martillo y actual plusmarquista nacional en categoría absoluta, Adolfo Gómez, entrenador del Extremadura Arroyo, o Ñete Bohigas, entrenador del equipo de baloncesto de Cáceres. No faltaron representantes de las fuerzas de seguridad, como el comisario Luis Ochagavía, o el subdelegado de Defensa, Enrique Martín Bernardi, o la directora de la Casa de la Mujer, Maribel García Trigo.

Pero la esquela no fue lo único novedoso de la campaña. A ella se unieron cientos de pulseras (en blanco y negro) que las mujeres colgaron de las muñecas de los hombres. En las cintas se puede leer 'HOMBRES contra la violencia machista'. El objetivo es hacer visible la unión de la sociedad en esta lucha. Darle voz a los hombres, que se fotografíen con la pulsera y que el NO a la violencia lo exhiban en sus perfiles de las redes sociales.

La Asamblea de Mujeres, que se reunirá cada seis meses, está formada por representantes femeninas de las mancomunidades y comarcas de la provincia. Citada en el salón de plenos, la asamblea puso ayer en común pensamientos y propósitos de las mujeres. Los asistentes leyeron una declaración, la firmaron, y escucharon a las mujeres llegadas de todos los pueblos cacereños.

Podemos mover el mundo

Esas mujeres lanzaron mensajes como estos: "Te es indiferente que tu compañera cobre menos", "erradicar la violencia a las mujeres no es sinónimo de odio a los hombres, solo es buscar la libertad basada en la igualdad", "muerte no es todos morimos, a ellas les han robado la vida", "debemos ser estrellas porque las estrellas son independientes pero cuando se juntan iluminan más y son necesarias para detener la barbarie y el sinsentido que las acosa", "en los pueblos hay mujeres jubiladas o en situación de desempleo, muchas solo realizan tareas domésticas y cuidan de personas dependientes o recolectan la aceituna", "la violencia de género constituye una violación, por eso debe ser una cuestión de Estado", "es un lujo ver a todas las fuerzas políticas de la diputación unidas por un mismo motivo", "se avergüenzan y dicen que nunca lo van a denunciar, tienen el alma muy triste", "somos el 50% de la sociedad y podemos mover el mundo"...

El silencio, la reflexión, la necesidad de gritar #toleranciacero llegó cuando la presidenta y los portavoces Fernando García Nicolás (PSOE), Alfredo Aguilera (PP) y Víctor Peguero (C's) leyeron la historia de cuatro de las mujeres asesinadas este año: Gema Ruiz, 48 años, Denia (si su hombre la controlaba era porque la quería. Lo siguiente fue el cuchillo en su garganta), Rosario Escobar, 60 años, Málaga, (no llegó a la Fiesta de la Vendimia, su marido la insultaba para que obe_ deciera como un perro, le dijeron vete, denuncia, pero se hizo tarde), Tamara Simón, iba a cumplir 23 años, Navalmoral de la Mata (la gitana más guapa, los gitanos no matan a sus mujeres, ella siempre llegaba a tiempo para levantar el puesto y cargar la mercancía hasta que un hombre que dejó de serlo no respetó la ley de la naturaleza), Carmen María Ocampos, 33 años, Palencia (tres puñaladas y zas, su verdugo la devolvió a Nicaragua en un ataúd especial de cinc).