Construido en el siglo XV sobre una fortaleza musulmana anterior al siglo XII, es una de las construcciones militares de la época que mejor se conserva. Aún se aprecia parte del foso, la casi totalidad del recinto amurallado y la espléndida torre del homenaje, pero el deterioro es cada vez mayor y dicha torre está amenazada de ruina, incluso se han producido nuevos hundimientos. Lástima, porque su historia es intensa: conquistado por Alfonso VII, perteneció a las órdenes del Temple, San Juan de Jerusalén, Santiago y Alcántara. Los franceses lo volaron para que no fuera refugio de guerrilleros. Pertenece al Ayuntamiento de Villamiel.