La Facultad de Veterinaria y la Policía Nacional alertan de la desaparición de tres ovejas que forman parte de una investigación y cuyo consumo puede entrañar un grave riesgo para la salud. Los animales forman parte de un estudio que se desarrolla en el centro, para el que les ha inoculado el virus Sincitial Respiratorio --causante de la Gripe A-- y la bacteria Bacillus antrhacis . Este último es un carbunco que en contacto con la piel puede causar erupciones o lesiones cutáneas, pero que si logra entrar en las vías respiratorias y alcanza los pulmones, o si la carne se consume insuficientemente cocida puede ocasionar graves daños en el organismo, ya que afecta a los tejidos.

En el proyecto había cinco ovejas de las que quedan dos. La desaparición de las otras tres se produjo en la noche del viernes al sábado, hace hoy 8 días, aunque la Uex no interpuso la denuncia hasta cinco días después, según fuentes policiales. Aunque la facultad cuenta con vigilancia nocturna, fue uno de los cuidadores quien encontró el sábado por la mañana a dos ovejas sueltas, en las inmediaciones de la cerca en la que guardan a estos animales, en la granja antigua. El recinto tenía la puerta abierta. "Esa misma mañana alerté a pastores y propietarios de fincas colindantes de que tres animales habían desaparecido", afirma Andrés Quintanilla, el cuidador que detectó la desaparición.

Los animales portan tres piezas identificativas en las orejas --conocidas como crotales-- en colores. Son de color verde --identificativo del registro de la Junta--, azul --porque están vacunadas contra la enfermedad de la ´lengua azul´-- y otro amarillo con una numeración, colocado por el equipo de investigación para hacer el seguimiento del animal.

ROBO O DESAPARICION Según fuentes policiales los responsables de la facultad solo apuntaron en la denuncia del miércoles, 28 de abril, que habían desaparecido tres animales que "llevaban un tratamiento especial". Un día después precisaron que el consumo de su carne podía ser perjudicial para hombre.

En la facultad temen que se trate de un robo y que alguien pretenda ingerir su carne, aunque la policía contempla tanto esta hipótesis como de que se hayan escapado.

"Quienes las hayan robado no son conscientes del riesgo al que se pueden estar exponiendo o al que pueden exponer a otras personas", afirma el director del estudio, el profesor Sergio Regodón. Su equipo trabaja desde octubre en un proyecto financiado por la Junta de Extremadura, destinado a mejorar la efectividad de las vacunas que se aplican en ovinos. Estudian los beneficios de la melatonina (una hormona) sobre la tasa inmunitaria de los animales, porque hay estudios que apuntan a que mejoran la efectividad de las vacunas. Por eso a estos animales se les ha inoculado el virus, para probar la mejora. El estudio finaliza en dos meses y aún debían obtener dos muestras de sangre de estos animales para que evaluar sus datos. Además las ovejas están preñadas porque otra de las líneas de la investigación es evaluar si la inmunidad se transmite a los gestantes.