Familiares y amigos íntimos despidieron ayer a Sara Cartoy González, gallega de 42 años y madre de dos hijos afincada en Cáceres desde hacía dos años, que fue incinerada pasadas las doce del mediodía en el crematorio cacereño. Desde la ciudad, la comitiva fúnebre partió hasta San Miguel de Reinante (Lugo), lugar de donde era originaria la víctima. Allí, en su Galicia natal, sus cenizas serán esparcidas en un lugar de su tierra que era muy especial para ella. En el crematorio no hubo responso ni oficio religioso, solo la incineración del cuerpo de Sara Cartoy, cuyos órganos han sido donados por deseo expreso de la familia. La mujer perdió la vida el martes después de que el lunes fuera brutalmente atropellada por un menor que conducía sin casco una moto prestada. Ella paseaba en compañía de una amiga por el parque del Príncipe. Ese fue su último paseo.