Los accidentes de tráfico son sin duda un grave problema, y en muchas ocasiones un calvario que no acaba en la carretera, sino que comienza justo en ese momento, especialmente cuando se producen daños personales. Los afectados deben enfrentarse a un largo proceso con médicos, seguros, abogados, psicólogos..., y en la gran mayoría de los casos se encuentran perdidos dentro de una maraña de trámites, precisamente en una situación de especial debilidad. Por ello, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha creado la Unidad de Víctimas de Accidentes de Tráfico, que ya dispone de su propia sección en la jefatura cacereña (calle Doctor Marañón), y que presta asesoramiento gratuito en todos los frentes.

"Cuando se produce un accidente, la gente está completamente perdida. Suelen orientarse por lo que les cuenta un familiar, un vecino o un amigo, pero cada caso es diferente y quizás haya que hacer precisamente lo contrario", explica Juan Carlos García, coordinador de la unidad en Cáceres. El cometido de estos servicios provinciales consiste en informar a las víctimas, asesorarlas, facilitar su acceso a los recursos tras un accidente y velar por sus derechos, implicando en esta labor a las administraciones locales, autonómicas y nacionales.

Por ejemplo, la unidad comunica los plazos para presentar las reclamaciones, asesora sobre las cuestiones que pueden plantear las aseguradoras, indica cómo presentar la reclamación en el juzgado, detalla cómo será el procedimiento judicial, explica las relaciones con los médicos forenses, informa sobre situaciones de incapacidades permanentes o presta orientación sanitaria, psicológica, etcétera... En suma, la unidad trata de cubrir todos los aspectos derivados de un accidente. Durante los primeros meses eran las víctimas las que debían recurrir a estos profesionales de la DGT para solicitar sus servicios, pero actualmente son los propios profesionales quienes contactan con las personas afectadas a través de los datos recogidos por la Guardia Civil de Tráfico, responsable de la atención en carretera, y les ofrecen la posibilidad de ayudarlas. En cualquier caso, existen dos teléfonos para hablar con la unidad: 060 y 927 241741. También se pone a disposición el correo electrónico 'uvatcaceresdgt.es'.

"No somos psicólogos ni abogados, ni lo pretendemos. Aquí orientamos a las víctimas sobre cómo obtener esa ayuda y para ello nos hemos formado previamente en las diversas cuestiones", señala el coordinador. Y es que en este ámbito, donde se mueven cantidades considerables de dinero (indemnizaciones, asistencias...), tampoco faltan los abusos, las estafas y la picaresca, por ello las víctimas venían necesitando un apoyo objetivo de un órgano público como éste.

Por ejemplo, hay quien lleva semanas esperando la llamada del seguro para comenzar la rehabilitación de una lesión. "Le indicamos los pasos que debe dar, cómo contactar con la compañía y cómo iniciar el procedimiento", precisa Juan Carlos García. Por el contrario, hay quien quiere correr con los plazos sin saber que tiene meses, incluso años para emprender los trámites, y que antes hay tiempo para reestablecerse.

Incluso en el supuesto de fallecimiento en accidente, la unidad presta asesoramiento a la familia porque el proceso puede complicarse: herencia, testamento, cuestiones con el seguro...

Los profesionales de este servicio ya han tratado numerosos casos de conductores afectados, ocupantes, menores, peatones atropellados... Todas sus acciones se dirigen a paliar la 'victimización primaria', la que se desprende del propio accidente, y a disminuir la 'victimización secundaria', la que se deriva de la relación que se establece entre el afectado y el sistema jurídico-penal, policial, social y sanitario, de modo que se amortigüen los efectos en los ámbitos de las víctimas que hayan podido verse perjudicados: familiar, laboral, económico, social o personal.

Sea como sea siempre se ofrece un servicio gratuito. "Durante 2014 ya hemos atendido 38 casos en Cáceres, unos más sencillos y otros más complejos. La gente queda muy agradecida porque recibe orientación en un proceso que suele alargarse, y que les sobreviene en un momento generalmente de desconcierto", señala Juan Carlos García. Para que actúe la unidad siempre tiene que haber una lesión, es decir, una víctima.

No obstante, este servicio se mantiene objetivo e imparcial. Por ejemplo, si aconseja recurrir a un abogado o a un psicólogo nunca da nombres en concreto, sino que remite a los colegios y colectivos profesionales. Por supuesto tampoco participa en los procesos judiciales.

Si algo se repite en todas las víctimas, es que adquieren otro concepto del tráfico y los accidentes cuando pasan por estas experiencias. "Empiezan a ver la carretera desde un punto de vista más cauto. Incluso la persona que ha sido atropellada, cuando va conduciendo, pone especial cuidado en los pasos de peatones y posibles imprevistos", revela.

DIVULGACION También continúan los trabajos orientados a difundir la existencia de la unidad. Desde la Jefatura de Tráfico se han establecido contactos con la Guardia Civil y la policía local para que entreguen a las víctimas o a sus familias un díptico con la información y los contactos de la misma, al tiempo que realizan los atestados. En los hospitales también se ha puesto cartelería.

Además, se ha firmado un protocolo de colaboración con el Gobierno de Extremadura por parte de la directora general de la DGT, María Seguí. Asimismo, están previstas reuniones con las instituciones y los colectivos que intervienen en los accidentes, especialmente para que difundan la existencia de la unidad.