La comisión local de Urbanismo dictaminará hoy a favor el documento de la revisión del Plan General Municipal (PGM) de urbanismo. El texto que hoy se debate por la comisión planifica 52.119 viviendas en 18 nuevas zonas residenciales y 1.921 junto a la estación de Arroyo y Valdesalor. La suma es de 54.040, cantidad a la que se añaden otras 3.575 por la reordenación de áreas que están dentro del casco urbano o en su borde. El plan hace previsiones, pone las reglas de juego para el desarrollo de la ciudad tanto en las zonas de expansión como en el interior del casco urbano, revaloriza terrenos, cuyo valor potencial se dispara con solo su inclusión en el documento, y también es uno de los instrumentos que tiene el ayuntamiento, y por tanto la ciudad, para lograr plusvalías con las que financiarse.

Por lo tanto, el expediente que hoy se debate es probablemente el más importante de la presente legislatura, con o sin El Corte Inglés, operación que al final entra en la revisión del plan. El dictamen de la comisión será a favor, ya que el PP tiene la mayoría y el gobierno municipal es el principal valedor del actual documento. El siguiente trámite es su ratificación por el pleno de la corporación. Si se aprueba aún queda otra exposición pública, nuevas alegaciones y todo el proceso de la aprobación definitiva, que corresponde a la Junta. Es decir, en el mejor de los plazos queda todavía otro medio año para que pueda ser de aplicación.

Lo más llamativo en un plan general es la cifra de pisos que se planifican. Su previsión con más de 57.000 viviendas es irreal en el Cáceres de hoy, triplica la planificación que se hizo en el plan que está en vigor. Pero es una cifra orientativa, ya que parte de estas viviendas son solo una reserva de suelo, que, aunque ya tenga la consideración de urbanizable, no se debería de desarrollar antes de, al menos, el año 2030 porque ejecutar tanto suelo urbanizable a la vez es inasumible, solo por los servicios que implicaría, para una ciudad.

Por eso este es un plan cuyo éxito o fracaso depende de cómo se gestione por el ayuntamiento, aunque esa autonomía no es total, ya que hay zonas cuyo desarrollo está preestablecido en el plan, incluso con su ordenación (calles, bloques y servicios) detallada y que deben ser las primeras en ejecutarse, lo mismo que hay viviendas que están planificadas en suelo urbano, cuyo desarrollo también sería durante la primera fase de aplicación de este nuevo plan. Entre ambas, ordenación detallada y suelo urbano, ya son más de 20.000 pisos, aunque la ejecución de parte de las mismas estaría condicionada al traslado de la red ferroviaria.

Si hay que determinar por dónde crecerá primero la ciudad con este plan hay dos zonas: el sector de 7.153 viviendas entre el ferial y la carretera de Miajadas, al fin y al cabo este plan nace de esta actuación, y las 5.800 junto a la carretera de Salamanca, a continuación de Macondo y frente a Capellanías, además de la reordenación que se hace, ya en suelo urbano, en el borde del barrio de San Marquino. Luego hay otros dos zonas calificadas como de prioridad 1 con ordenación, pero una está al otro lado de la vía del tren y otra, que también tendrá uno de los primeros desarrollos, linda con el límite de la zona de protección Llanos.

14.200 PISOS DE VPO La Ley del Suelo obliga, desde su entrada en vigor en el 2002, que el 25% del aprovechamiento residencial objetivo de cada polígono sea para viviendas con algún tipo de protección pública, lo que trasladado a las previsiones del plan da que en los nuevos polígonos residenciales habrá 13.500 pisos de protección oficial, más otros 700 que estarían en los suelos urbanos, dentro del casco, donde se actuaría. Dentro de los cambios introducidos en el plan destaca la proyección de 1.733 viviendas, cuando en la previsión inicial no se llegaba a 400, junto a la estación de Arroyo para segunda residencia de los cacereños.