Uno de los principales objetivos del plan de urbanismo en vigor es completar la trama urbana, con una especial atención a tres enclaves: Perú, Rodeo y Ribera. Los dos primeros están en ejecución, mientras que el tercero sigue igual que en el verano de 1994, cuando se firmó el borrador del convenio para su ordenación. Sin embargo, el desarrollo de la Ribera, en el tramo comprendido entre la charca del Marco y el complejo San Francisco, se iniciará, después de una década desde que se planificó, en unos meses tras examinarse ayer el programa de ejecución de la urbanización (trámite previo al comienzo de las obras) en la comisión local de Urbanismo.

La comisión no votó a favor del programa de ejecución, aunque no hay una oposición a esta actuación, ya que sólo se aplazó el voto a favor hasta que la Junta certifique si las 43 viviendas de protección oficial que incluye esta intervención se edifican en el Espíritu Santo. El programa "tiene una serie de cuestiones a resolver, la fundamental es que no se tiene claro si la reserva para VPO va aquí --en la Ribera-- o en el SF-06 (Espíritu Santo)", indicó Andrés Nevado, edil de Urbanismo y presidente de la comisión.

La Ribera es uno de los espacios sensibles del casco urbano por su valor ecológico y patrimonial. La edificación de viviendas en ese enclave, que tiene que ser en el este lo que el Parque del Príncipe es en el oeste, estaba descartada hasta que en el mandato de Sánchez Polo se optó por los convenios urbanísticos para que el consistorio obtuviese espacios destinados a zona verde a cambio de dejar edificar bloques de viviendas en una parte de estos enclaves. Esta fórmula se aplicó al Rodeo y a la Ribera.

El convenio del Marco permite al ayuntamiento obtener la titularidad de terrenos de la Ribera que están entre Concejo y Huerta del Conde, un suelo que queda como espacio verde, y autoriza que los dueños del suelo afectado por este acuerdo edifiquen junto a la ronda de San Francisco y en terreno que aportó el consistorio en el Espíritu Santo.

MAS VIVIENDAS Si el desarrollo del Rodeo fue complicado, el de la Ribera no ha estado exento de polémica, ya que se modificó el plan de urbanismo, lo que supuso un incremento en la cifra de viviendas inicialmente previsto, de 634 a 804, y se recortó el espacio afectado, dejando fuera parte de suelo verde a obtener. El cambio se basó en la petición de los dueños del suelo de que se cumpliese la densidad de 56 pisos por hectárea fijada en el convenio. La Junta aprobó el cambio en abril del 2003, el consistorio ratificó la consulta de viabilidad un año después y ahora se tramita el programa de ejecución.