Según las agencias de viaje, el cacereño generalmente contrata hoteles de unos 50-60 euros por persona y día, en régimen de media pensión. Este gasto se está incrementando durante los últimos años porque el usuario se hace más selectivo a la hora de planificar las vacaciones de verano.

De hecho, muchos consumidores ahora prefieren pagar un hotel de 4 estrellas y disfrutar de una semana en la playa, cuando antes gastaban la misma cantidad en un alojamiento de 3 estrellas que les permitía pasar 15 días en la costa. Aun así, las familias con hijos siguen priorizando la economía.

Hoy día resulta muy difícil promocionar un hotel que carezca de piscina y aire acondicionado. Son condiciones casi obligatorias, acompañadas de otras muy demandadas como buffet y animación para los niños.

Casi todos los clientes de las agencias cacereñas ya optan por suscribir un seguro de viaje. Por 6 o 7 euros permite recuperar el dinero si las vacaciones no pueden iniciarse o se interrumpen.