Los agentes de la Unidad de la Policía Judicial de la Guardia Civil reconocen que uno de los principales obstáculos y frenos con los que se encuentran al realizar la investigación de un delito telemático es el vacío legal que actualmente existe en torno a los llamados cibercafés .

"La legislación que existe para estos espacios es mínima y además muy ambigua, y al no existir una normativa que regule su funcionamiento resulta prácticamente imposible su control y nos perjudica muchísimo a la hora de poder actuar, pues es un impedimento, por ejemplo, para poder acceder a los equipos al pertenecer éstos a una red corporativa y no a un particular".

En su opinión sería necesario algún tipo de normativa legal que evitase la impunidad en que actualmente se encuentran estos centros tan frecuentados especialmente por jóvenes.

Abogan, por ello, para que lo antes posible se regulen mediante una legislación apropiada, que entre otras cosas establezca la obligación para todos los cibercafés de tener, al menos, un control de los accesos. "Actualmente la ley no les obliga a ello, por lo que resulta imposible saber quién ha utilizado cada ordenador en cada momento, lo que hace imposible poder identificar al autor de un presunto delito".