La Fundación Fernando Valhondo Calaff renovó ayer su compromiso de apoyo a los valores de la región con la concesión de sus 19 becas de postgrado a sendos universitarios cacereños. Estas becas les permitirá investigar y elaborar su tesis doctoral durante cuatro años sin preocuparse del dinero --11.160 euros al año-- y, por primera vez, dados de alta en la Seguridad Social.

Los dos últimos años de beca, serán contratados por la propia Universidad de Extremadura como becarios con cargo a la fundación. "Sin la beca no podría hacer la tesis, que supone además viajar", reconoció Gema Alvarez. De la misma opinión es Verónica Sánchez, que aplaudió las nuevas condiciones y el poder enlazar con un contrato.

La entrega ayer de las becas tuvo un valor añadido: el acto se celebró en Aldea Moret para reivindicar que este barrio también existe. Fue una aportación simbólica de la fundación a la recuperación de esta barriada cacereña, un "guiño" y una muestra de "reconocimiento" de lo que el barrio ha dado a la ciudad, como apuntó el presidente del patronato que gestiona la fundación, el subdelegado del Gobierno Fernando Solís. Este anunció que la fundación cederá en breve un local a colectivos de inmigrantes en la calle Piedad.

Además del subdelegado, asistieron a la entrega de becas la alcaldesa, Carmen Heras; el presidente de la diputación, Juan Andrés Tovar; y el rector de la Uex, Francisco Vázquez. Fue este el que pidió a los jóvenes becados que aprovecharan el tiempo y fueran "valientes y atrevidos". "El futuro de nuestra región depende del presente y el presente sois vosotros", argumentó Tovar.

Los 19 jóvenes beneficiarios de la ayuda han sido seleccionados entre 33 solicitantes, todos ellos están entre los mejores expedientes de la universidad. La fundación ha duplicado este año su inversión en las becas.