El vandalismo le cuesta al ayuntamiento casi medio millón de euros al año. Los destrozos en mobiliario público en calles y parques suponen un importante desembolso para las arcas municipales, según los datos facilitados por la concejalía de Infraestructuras dirigida por Miguel López. Los últimos acontecimientos en la Mejostilla, donde empieza a ser habitual que calles queden a oscuras los fines de semana por la manipulación y los daños en cuadros de luz ubicados en la vía pública, son solo un ejemplo de los actos vandálicos que castigan también otras zonas de la capital cacereña.

Por capítulos, el gasto más cuantioso del último ejercicio corresponde a las fumigaciones por orines en calles, que suponen un desembolso de más de 84.000 euros al año, según precisa López. Esta labor requiere de productos especializados y caros, al igual que las pintadas en escaparates y paredes, con un coste de casi 39.500 euros anuales. Su presencia por doquier se ha convertido en la última década en uno de las muestras más visibles del vandalismo, con especial incidencia en la zona centro ante la impotencia de los comerciantes, que han llegado incluso a reclamar que se instalen cámaras de seguridad para grabar las acciones de los gamberros.

Otro de los daños más frecuentes afecta al alumbrado que, con un coste de 79.500 euros, está por delante de los destrozos en contenedores (52.400 euros), papeleras (54.470) y reposición de señales de tráfico (30.600). Las prácticas más habituales tienen que ver con la quema indiscriminada de residuos, situación a la que se añade el consiguiente peligro por la cercanía de vehículos estacionados en la vía pública. Los indicadores de tráfico aparecen con frecuencia tirados sobre la calzada tras los fines de semana y se dan incluso casos en los que los vándalos los han sustraído.

LOS MENORES En cuanto a los destrozos en otros espacios públicos, destacan los daños por una cuantía de 25.000 euros en juegos infantiles, misma cantidad que se destina a reemplazar mobiliario urbano roto como bancos o papeleras. En reposiciones varias, el Ayuntamiento de Cáceres se gastó también durante el 2008 más de 14.000 euros.

En las estadísticas facilitadas por el consistorio cacereños no se incluyen los barrios más afectados por el vandalismo, aunque es norma habitual que los destrozos aparezcan registrados después de cada fin de semana en las zonas con mayor paso de público de madrugada. El pasado fin de semana tres jóvenes fueron vistos en la avenida de Alemania con una señal de tráfico a cuestas. Se la llevaban a casa sin saber que sus padres también tendrán que pagarla de sus bolsillos con sus impuestos.