Están contentos porque era una necesidad, pero todavía lejos de darse por satisfechos por completo. El director de la Universidad Laboral, Andrés Talavero, vecinos de la Mejostilla --así como Residencial Gredos y Cáceres el Viejo-- y las Ampas de los colegios Castra Caecilia, Extremadura y Delicias valoraron ayer el primer día de la entrada en funcionamiento de la nueva línea de refuerzo del bus urbano que conecta la Universidad Laboral y el Campus Universitario con los barrios del norte de la ciudad. En ese sentido, todos se muestran contentos por haber dado el primer paso pero el sentir general es que el punto de partida no es el más adecuado para los residentes en dichas barriadas y las horas de servicio son insuficientes para algunos. Además, muchos han echado en falta mayor promoción, ya que reconocen no haberse enterado de la puesta en marcha del servicio.

Cabe recordar que la línea funciona durante seis horas al día de lunes a viernes. Por la mañana parte de la plaza de toros y circula de 7.30 a 9.30 horas, mientras que por la tarde sale de la Facultad de Filosofía y Letras en horario de 13.00 a 16.00 horas. «Estamos contentos pero no del todo. Entendíamos que esta línea debía nacer y morir en la Mejostilla. Así corremos el riesgo de que, tras salir, cuando pase por el barrio el bus lo haga ya lleno», apunta Jacinto Mellado, presidente de la Asociación Vecinal La Mejostilla. «Habrá que verlo», considera Talavero sobre esta cuestión, aunque duda de que saliendo del coso llegue completo a la Mejostilla. «Se suele llenar por el Múltiples, pero tendremos que esperar a ver». En la Universidad Laboral hay matriculados 1.250 alumnos y casi 400 son de la Mejostilla. «Creo que aumentará el número de matriculaciones», añade Talavero.

La ruta no acaba de convencer. Juan Carlos Franco, vicepresidente vecinal del Residencial Gredos, tampoco ve lógico el camino de vuelta. «Por la mañana no puedo, pero a mediodía intentaré recoger a mi hijo de la Universidad Laboral porque si no llegará tardísimo a comer. El bus primero sube hasta la plaza de toros y luego baja al barrio. No sé por qué debe pasar por ahí si ya hay una línea del Campus», explica.

SEIS HORAS / Las seis horas de servicio diarios es otro de los puntos que no ha gustado a todos. En el colegio Extremadura, la presidenta de la Ampa, Mari Ángeles Cordero, echa en falta más flexibilidad. «¿Si algún niño no puede ir a primera hora qué pasa? ¿Va en taxi? Creo que se debería mantener al menos toda la mañana», reclama Cordero, que demanda que el ayuntamiento realice un seguimiento de la eficiencia de la línea durante los primeros días de cara a hacer posibles modificaciones. Como ella también piensa Carolina Tercero, presidenta de la Ampa del Castra Caecilia. «Habría que ampliar la franja horaria», señala, e igualmente pide un control municipal para evaluar la eficacia de la nueva línea.

No obstante, este es el menor de los inconvenientes, junto con que muchos de los principales beneficiados de la puesta en marcha del servicio no se han enterado de su comienzo. «Yo porque leo todos los días la prensa pero por vía municipal no me he enterado. Deberían haber repartido octavillas como hizo Conyser con la campaña de poda o indicar las novedades en las paradas de autobuses. Si simplemente cambian el cartel es que ni te das cuenta de que hay novedades», apunta José Manuel Blázquez, presidente de la Ampa del colegio Delicias.

Ayer, coincidiendo con el inicio del curso universitario, la línea registró 23 usuarios. A partir de mañana, que comienza el curso en colegios e institutos, la afluencia será mucho mayor y podrá comprobarse realmente la eficacia de la nueva línea.