Varios vecinos y algunos propietarios de establecimientos de la calle Antonio Silva, cerca del Paseo de Cánovas, se han quejado por la nueva isleta remodelada recientemente por el ayuntamiento. Según comentaron a este diario, "no hay ningún paso en medio de la calle para poder cruzar y sólo se puede pasar por los extremos. Es un inconveniente para el peatón".

La isleta, situada en el centro de la calle, es continua y no tiene ningún paso abierto, así peatones deben cruzar o bien por el paso que está cerca de la avenida de España o bien por el de Manuquer. "Los clientes se quejan porque a aparcan en zona azul y para pagar el ticket tienen que dar la vuelta. Además, en la calle hay una residencia de ancianos y hay muchos con sillas de ruedas", destaca Raquel Ollero, propietaria de una tienda de revistas.

Sin embargo, el concejal de Urbanismo, Joaquín Rumbo, señaló a este diario que el ayuntamiento sólo tenía constancia de que "un vecino quería que se abriera la isleta justo en la salida de su garaje", pero no de que era una queja colectiva. "No se puede primar el interés de un garaje, pero es que además los informes de la policía lo ven inviable porque sería peligroso para el tráfico", puntualizó Rumbo.

Según el concejal, la calle "está como antes" y lo "único que se ha hecho ha sido embellecer la mediana con palmeras y setos. Sólo se ha ampliado para que no aparquen los coches como hacían antes".

Otra de las quejas de los vecinos son los excrementos de perros que van a parar a la isleta. Benito Barriga, que viven en la calle, criticaba el "incivismo de los cacereños que no recogen las cacas de su mascota". Para evitar esto, el ayuntamiento podría vallar la mediana y así no entrarían los perros. Está "todo estropeado y no va a dar tiempo a que crezcan los setos", aseguró.

CARGA Y DESCARGA Juan Luis Blanco, otro propietario de una tienda, valoró la implantación de la zona azul como algo positivo porque --dijo-- "ha ayudado a disminuir el tráfico", pero criticó que "está mal organizada". Sugiere que se destine unas horas a carga y descarga y otras a zona azul, para facilitar el trabajo a los distribuidores, ya que hay muchos establecimientos.

Por su parte, otro vecino estimó necesario crear, "como mínimo" dos pasos de peatones en la calle porque , "si todo el mundo cruza por el paso de peatones de Cánovas, se colapsa el tráfico más".