Los vecinos de Caleros y Tenerías iniciaron ayer una campaña para exigir al ayuntamiento que restrinja de forma "inmediata" el acceso de vehículos a ambas calles, donde hace un año se instalaron los dispositivos de control que nunca se han puesto en marcha. Los residentes ya han emprendido la recogida de firmas, el reparto de octavillas y el envío de escritos a los medios de comunicación. También colgarán carteles y pancartas en ventanas y balcones, "bien visibles", y animan a todos los vecinos a hacer lo propio. Si el ayuntamiento no responde en breve, llevarán a cabo "nuevas movilizaciones y cortes de tráfico", según anuncian en una nota.

Caleros y Tenerías pretenden tener el mismo sistema que la Ciudad Monumental, es decir, paso autorizado solo a residentes, emergencias y carga y descarga mediante un sistema de tarjetas. Los vecinos arguyen que el tráfico en ambas calles es excesivo, en torno a los 1.000 vehículos diarios, y que además "casi nadie respeta el límite de 30 kilómetros/hora". A su juicio, el principal problema radica en que cientos de coches utilizan este eje como zona de paso y "atajo" entre el norte y el este de la ciudad. "Hay picos que superan los 200 vehículos a la hora, y en los momentos de menos tráfico no descienden de 60", agregan.

Frente a esta situación, los vecinos critican "la pasividad de los responsables municipales" y recuerdan que el exceso de circulación "hace que el tránsito de personas sea cada vez más peligroso, lo mismo para los vecinos, porque hay muchos mayores, como para turistas y visitantes, cada vez más numerosos", explican. Los residentes recuerdan que las calles, muy estrechas, tampoco tienen acerado, "por lo que el riesgo de atropello es elevado, además del ruido, el polvo y los desperfectos en balcones, pavimento y fachadas".

La asociación recuerda que lleva varios años planteando este problema al ayuntamiento, puesto que, según sus encuestas, un 90% de los residentes es favorable a la restricción.