Un balón, 11 jugadores y dos porterías, pero no hace falta ejercicio físico ni el mando de la videoconsola, sino los dedos de las manos para manejar las chapas. Esto es el fútbol chapa, el juego con el que se divirtieron ayer los vecinos de la barriada de El Arco y que puso punto y final a las fiestas vecinales. Durante toda la mañana se organizó un torneo en el que jugaron una veintena de niños y algunos de sus padres.

"Nos gustan más las chapas que las videoconsolas". Suena raro en la época de las nuevas tecnologías en la que se han perdido los tradicionales juegos en la calle, pero esto es lo que opinan Jorge y Miguel Angel, dos niños de 11 años que participaban ayer en el concurso en la asociación de vecinos de la barriada.

Pero de la mañana de chapas disfrutaron también los padres. "Soy aficionado a esto del fútbol chapa desde que era niño y se lo he querido inculcar a mi hijo desde pequeño, me gusta venir a jugar con él, es una manera de relacionarnos divirtiéndonos", reconoce Miguel.

Este torneo ha sido organizado por la asociación de Fútbol chapa de Cáceres, que dirige Quini Romero: "es una manera de recuperar un juego tradicional y sobretodo es una forma de que los niños se relacionen entre sí", explica.

El colectivo, que aglutina a unos 50 socios, ya ha organizado eventos de este tipo en varias ocasiones, de hecho, los próximos 26 y 27 de septiembre tendrá lugar en la ciudad un torneo nacional y vendrán jugadores de varias comunidades autónomas.

La jornada festiva estuvo marcada también por la celebración de una misa en el centro parroquial Cristo Resucitado de la barriada y por una comida de convivencia en la sede de la asociación vecinal. También tuvieron lugar un concurso de gastronomía y juegos de mesa.