Los vecinos del número dos de la calle San Vicente de Paúl exigen que la justicia y la policía acaben "de una vez por todas" con el supuesto punto de venta de droga que existe en su edificio. Ya han denunciado esta situación hasta en doce ocasiones a la policía y al Defensor del Pueblo, pero se quejan de que la presunta traficante continúe aún en libertad. Ha sido detenida en dos ocasiones, la última de ellas en marzo de este año, pero ya está en libertad. "No entendemos porqué vuelve a estar en la calle si pedían para ella cinco años de prisión", dijo el portavoz de la comunidad, Zacarías Estévez, que aseguró que "continúa vendiendo igual que antes".

La policía nacional es conocedora de la situación, precisamente abrió la investigación alertad por las quejas de los vecinos. Tras obtener la autorización de entrada y registro de la casa, se detuvo a esta supuesta traficante y encontraron en la vivienda tres gramos de cocaína y 2,1 gramos de heroína. "De nada ha servido porque nuestro descanso ha durado muy poco. Llevamos diez años sufriendo por lo mismo y no hay derecho. Vamos a llegar hasta el final con todo esto, tenemos derecho a vivir seguros y a poder descansar", apostilló Zacarías Estévez.

A la inseguridad por la existencia de este supuesto narcopiso y el trasiego habitual de toxicómanos, se unen los destrozos en el mobiliario común. Según explican los vecinos, hace escasos días prendieron fuego al trastero-almacén que utiliza el personal de limpieza. "Hemos estado días sin luz en las escaleras porque los que vienen a comprar droga manipulan los contadores para que se vaya la luz y nos les veamos la cara", dijo el representante vecinal, que ya denunció esta situación a este diario hace unos meses "No estamos tranquilos, son toxicómanos y no sabemos cómo pueden a actuar. Montan mucho ruido durante la madrugada y no se puede dormir", recalcó el portavoz que insistió en que necesitan que se solucione esta situación "de inmediato" concluyó Zacarías Estévez.