Los vecinos de la zona de la plaza Colón y alrededores reconocen estar preocupados por los últimos robos e intentos de hurto sufridos en el barrio. Los porteros de los edificios de Virgen de la Montaña lo corroboran, «me dicen que no deje en entrar a extraños», confiesa Florencio Bermejo, que trabaja en el número 28 de la calle.

Su colega en el número 19 de la misma avenida, Vicente Romero, lo ratifica, «los vecinos sí están preocupados, incluso el administrador ha puesto una nota informativa avisando de que no dejen entrar a gente extraña», explica.

La preocupación vecinal surge después de que los ladrones robaran en una vivienda del número 21 de Virgen de la Montaña hace quince días y tras los hurtos esta misma semana en dos establecimientos de Colón y Reyes Huertas. «Estamos preocupados, porque están entrando incluso a pleno día», confiesa Teresa Izquierdo, vecina de la avenida. «Robaron en dos pisos el mismo día, entre las 13.00 y las 16.00 horas, el matrimonio salió y cuando regresó, se encontraron con que habían robado», detalla Vicente Romero.

Como cuenta este portero, muchas de las viviendas de estos bloques se quedan vacías los fines de semana, porque sus inquilinos o tienen una segunda casa o porque salen a pasar los días de descanso fuera. Según Romero, durante el mes anterior al robo en Virgen de la Montaña, «había una pareja pidiendo por la zona», y algunos vecinos le han confesado que les abrieron para darles alimentos. Tras el incidente en la vivienda, «no volvieron a aparecer por el barrio», cuenta Romero. Sin embargo, eso no les hace culpable del robo, pero sí despierta el recelo entre muchos vecinos. Para Florencio Bermejo, «es complicado distinguir» las intenciones de los extraños que entran en los edificios, porque las apariencias pueden engañar.

A pesar de la inquietud de muchos vecinos de la zona, los comerciantes no se muestran preocupados por estos recientes incidentes. Para Jorge Sánchez, del estanco Colón, «la gente está inquieta, pero se preocupan más por el robo que ocurrió en la vivienda que por los de los locales», en referencia al del zapatero de la plaza y la peluquería de Reyes Huertas donde, por cierto, la policía detuvo al presunto culpable. Sánchez se muestra completamente seguro en su establecimiento ya que, además de estanco, es administración de lotería, «por lo que tiene dobles medidas de seguridad», apunta.

Estos casos de hurto, frustrados o no, son una novedad en el barrio, «desde el 97 que estoy aquí», cuenta Vicente Romero, «nunca había habido ningún problema, ni robos, ni daños, ni nada». A pesar de estos incidentes, la zona es tranquila, apunta Romero.