Vecinos del edificio de 96 viviendas de protección oficial situado entre las calles Pedro de Ibarra y Ortí Belmonte, en Mejostilla, hicieron ayer un llamamiento a las instituciones para que pongan freno a las situaciones de incivismo y deterioro que, según afirman, se vienen produciendo en este bloque desde su entrega en el año 2007. "De los cien vecinos, unos 80 muestran un buen comportamiento, pero el resto, los menos, están deteriorando la convivencia", lamentan los inquilinos, que también se quejan de la "dejadez" del edificio y su entorno, con excrementos de perros, grietas, humedades y pastos. El ayuntamiento aprobó medidas en febrero para estudiar la situación, pero ellos afirman que aún no se ha hecho nada.

"Necesitamos que la Administración nos ayude, que supervise el edificio. Lanzamos un SOS porque esto va camino de convertirse en un gueto", afirma una residente. El patio central no ofrece una buena imagen. El jardín se ha convertido en un auténtico pastizal con restos de plásticos y papeles. Sobre él permanecen los grandes carteles que anuncian la promoción, llenos de óxido. En una esquina se encuentran las instalaciones eléctricas, también coronadas por una capa de hierba seca. El pavimento está salpicados de heces caninas y se observan las manchas de orín sobre esquinas y pivotes. "Y lo peor es que hay quien tira la basura por los patios interiores y tenemos que bajar a recogerla. Si decimos algo nos buscamos un problema. Es increíble", lamenta una vecina.

Los inquilinos se quejan del estado general de la manzana. "La hierba crece en las aceras y por todos lados", afirman. El interior de los pisos también sufre deficiencias. "Estuvieron mucho tiempo construidos sin que los adjudicaran, y aparecen grietas y humedades", señalan.

Los afectados piden a las instituciones que cuiden los criterios a la hora de adjudicar las viviendas sociales y obliguen a cumplir las normas de convivencia, "porque la mayoría no queremos paredes de oro, sino una vivienda digna con un entorno normal. Aquí no estamos cómodos, y tenemos el mismo derecho que el resto de los cacereños a vivir tranquilos".

En febrero, el pleno municipal aprobó una propuesta del PP para realizar un estudio del bloque y abrir dependencias municipales en dos de sus locales.