Parte de los vecinos de Fuente Fría se oponen a abandonar su vivienda, su barrio y en algunos casos la casa en la que han vivido 50 años o en la que han invertido parte de su patrimonio. Mientras algunos de ellos esperan a que finalicen los pasos que acabarán previsiblemente con el derribo todas estas viviendas, otros se mantienen firmes en su intención de no abandonar, a la espera de que la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx), resuelva el recurso que han presentado con el fin de que se detenga el Programa de Ejecución San Francisco´06. A través de ese proyecto sus viviendas se convertirán en un parque, tal y como contempla el Plan General de Urbanismo de Cáceres.

En todo caso, no todos se oponen al cambio o no todos pueden costear el proceso judicial en el que ya se han gastado unos 2.000 euros, según explican. Quienes quieren seguir en estas casas han contado a EL PERIODICO, cuáles son las circunstancias que les unen a la zona, una de las barriadas más antiguas de la ciudad.

Fuente Fría se encuentra en el enclave situado tras el Complejo Cultural San Francisco y la clínica del mismo nombre, y la calleja que une el acceso de la Montaña con la Ribera del Marco, que también será zona verde. Allí viven 11 familias, y algunas de ellas, además de su vivienda, también tienen su forma de vida.

SIGUEN DANDO PASOS Y mientras tanto el proceso urbanístico sigue adelante. Los vecinos con los que pudo hablar ayer este diario, confirmaron que ya han pasado por sus viviendas representantes de la empresa que se está ocupando de la tasación de las mismas. Algunos trataron de impedir que entraran en sus casas, aunque finalmente accedieron "porque me dijeron que si no lo hacía solo valorarían el exterior de mi casa y la mayor inversión la hemos hecho en el interior", explica Luis Molano, que acaba de reformar la vivienda en la que reside con su familia.

Mientras los vecinos esperan alternativas, la Agrupación de Interés Urbanístico (AIU), a cargo del proyecto, ya ha anunciado públicamente que "va a presentar ante el Ayuntamiento de Cáceres el proyecto de reparcelación" de esta zona, según un escrito de su presidente. La reparcelación es un paso previo al inicio de las obras de urbanización, mediante el cual se establece cómo va a quedar distribuida la zona y cómo se repartirán los terrenos entre los integrantes de la AIU.

Lo que pretende esta agrupación de constructores y propietarios es construir en una parcela situada en la barriada del Espíritu Santo --junto al IES Mixto 4-- las viviendas que el consistorio les impidió proyectar en la falda de la Montaña, proyectada como parque. Según incluía el convenio que aprobó el ayuntamiento en pleno en el 2005, los propietarios afectados por esta reclasificación como zona verde, entre ellos los de Fuente Fría, tendrían una participación en la zona urbanizable --como terreno o vivienda-- equivalente a la tasación del área que abandonan.

Ante esto, los afectados plantean dos quejas. En primer lugar que aunque les cedan el terreno cómo construyen sus viviendas. Y en segundo lugar que esos terrenos y la zona en la que se encuentran, como dice Luis Molano, "no tienen nada que ver" con el espacio que ahora ocupan sus casas.