Las quejas por la acumulación de basura, fundamentalmente de restos de poda, en las calles del R-66 aumentan. Son numerosos los vecinos que han mostrado su malestar por los vertidos incontrolados que últimamente están proliferando en la zona, y exigen la adopción de medidas.

A la reciente crítica y demanda que la directiva de la Asociación de Vecinos El Arco hizo días atrás a través de este diario, se suma ahora la de numerosos particulares y la de los responsables de la Guardería Guiñol, situada en la calle Acuario. Su responsable, Teresa Valiente, llamó la atención sobre la acumulación de restos de poda "que hasta que han llegado las lluvias hemos estado regando nosotros para evitar peligro de incendios", y al hecho de que a estos restos hayan empezado a sumarse ya escombros y otros objetos, como un colchón, "con el riesgo sanitario que esto supone".

Es por ello que demandan de los responsables la adopción de medidas, "como colocación de contenedores para depositar los restos de poda y que alguien los retire, ya que los camiones de basura no lo hacen".

Esta demanda es generalizada, son muchos los vecinos que aseguran vienen desde hace tiempo reclamando la colocación de contenedores para este fin, así como también un mayor control sobre los dueños de perros.