Los vecinos de la calle Santa Rita, en el barrio de San Blas, temen por los desprendimientos de piedras y el derrumbe del cerramiento del edificio Valhondo, destinado a usos municipales. Parte del muro llegó a caerse la noche de la tormenta y otro tramo del mismo fue derruido por la brigada de Obras del ayuntamiento para evitar cualquier peligro. Sin embargo, la estructura sigue en pie y provoca día tras día desprendimientos de tierra, ladrillos y piedras que caen sobre la acera, que está impracticable. "Es un peligro, pasamos con los coches y pueden caernos piedras. Con mi hija tengo miedo de pasear por esta calle porque ni puedo subirla a la acera y además puede caerle una piedra y hacerse daño", explicó a este diario Mariola González, una de las vecinas afectadas.

Denuncian, además, la escombrera que se ha formado en el descampado que existe al final de la calle Rita debido, según los residentes, a la acumulación del material de construcción desechado por el ayuntamiento cuando procedió a derribar el muro hace más de un mes.

El peligro por el desprendimiento del cerramiento fue denunciado hace exactamente un año en la página web de este diario a través de la sección Tú informas (espacio en el que los lectores pueden dejar sus noticias). Se quejaban de que el cerramiento se había desplazado llegando incluso a recostarse sobre las farolas de la calle.

El concejal de Infraestructuras, Miguel López, incidió en que no existe peligro. "Hemos vallado el interior del muro", dijo el edil, que aseguró que el ayuntamiento ha solicitado una ayuda al gobierno central arreglarlo. Mientras tanto, se limpiará la zona.