Los vecinos de La Sierrilla amenazan con convocar movilizaciones si no se respetan los accesos a sus viviendas contemplados inicialmente en el proyecto de la ronda Norte. Según la versión vecinal, las entradas de los vehículos por el nuevo cinturón viario a estas dos urbanizaciones del noroeste de la ciudad ha sido modificado sobre la marcha sin informar a los afectados.

Fuentes de la comunidad de propietarios del sector 1 de La Sierrilla indicaron ayer a este diario que la situación afecta a unas 400 familias, además a los socios del club de tenis Cabezarrubia. Los vecinos aseguran que en el proyecto inicial de la ronda Norte se contemplaba la entrada y la salida a los dos sectores de la urbanización por la rotonda del hotel V Centenario, situada en la salida de la ciudad por la N-630. Con el nuevo diseño, afirman, los conductores sólo podrán acceder a La Sierrilla incorporándose a la ronda Norte. Este cinturón viario dispone de viales para poder entrar a ambas urbanizaciones. La salida de los vehículos se realizaría por la rotonda de la N-630. Los vecinos argumentan que la modificación de los accesos provoca "una gran incomodidad" y repercutirá en el valor de sus inmuebles ya que, cuanto más complicada sea la entrada, "habrá menos posibilidad de que se revaloricen las viviendas".

PROBLEMA LEGAL Para los afectados, la modificación del proyecto plantea un "claro problema jurídico, ya que cualquier cambio debe ser sometido a información pública, un proceso que no se ha respetado". Asimismo, aseguraron que la Junta, responsable de las obras, no se ha dirigido a ellos desde que se iniciaron los trabajos de construcción de la ronda Norte.

A pesar de ello, indicaron que la situación no es irreversible, ya que la modificación de los accesos se está produciendo en la actualidad. "Si transcurre más tiempo no se podrán cambiar. Ahora es el momento ideal para corregirlo", subrayaron.

La previsión del Gobierno regional es que la ronda Norte esté abierta al tráfico después del verano. A principios del pasado mes de abril ya se habían ejecutado el 80% de las obras. La vía se licitó en dos tramos, el primero desde el entronque de la N-630, en la rotonda del hotel V Centenario, a la intersección con la carretera de Casar de Cáceres, y el segundo, desde ese punto a la carretera de Trujillo. El primer tramo lo está realizando la ute Ciopsa-Burcio-Núñez y el segundo, Probisa con Aglosán.

La inversión de la Junta en el nuevo cinturón viario cacereño ha sido de 19 millones de euros (3.161 millones de pesetas) repartidos a partes iguales entre los dos tramos. La ronda Norte forma parte de los 53 millones de euros (8.800 millones de pesetas) en infraestructuras realizadas por el Gobierno regional en la capital cacereña desde 1983.