El presidente de la Asociación de Vecinos del Vivero, José María Andrada, apoyó ayer la construcción de un centro de ocio en el barrio "siempre y cuando se cumplan las condiciones estipuladas en el proyecto". La empresa Prinsa pretende abrir en una parcela rodeada de viviendas un edificio comercial de 5.400 metros cuadrados con tres plantas. Las instalaciones supondrían una inversión de 9 millones de euros y contarían, entre otros servicios, con bares, restaurantes, guardería, auditorio, pista de patinaje y minigolf.

La iniciativa de Prinsa fue valorada positivamente por el presidente del colectivo vecinal que matizó su apoyo "si no produce molestias, ni botellones ni tráfico excesivo". En este sentido, Andrada apuntó que el centro comercial, pendiente del visto bueno municipal, "será un servicio más de la urbanización".

Sin embargo, el presidente del Vivero dejó claro que se opondrá al proyecto "si genera ruidos para el vecindario". La empresa promotora se ha comprometido a que el edificio esté completamente "insonorizado", una cuestión que la asociación vecinal considera fundamental. "No queremos que se convierta en una nueva Madrila", subrayó. El proyecto no incluye ninguna discoteca y un horario hasta las 03.30 horas. Andrada reclamó también a Prinsa "información directa" del proyecto.