En verano, algunos optan por la playa, balnearios o por casas rurales. Sin embargo, Jorge García y su mujer, Teresa Real, han elegido unas vacaciones diferentes: han conducido una autocaravana hasta el mar Rojo. En ella viajaban, además, una prima de García y otra pareja de amigos.

Dejando atrás España, atravesaron Francia, y una vez en Italia, en Ancona cogieron un ferry hasta Grecia. De allí pasaron a territorio turco, a Siria y a Jordania.

"El fin del viaje fue en la ciudad jordana de Acaba, donde sentado, estaba viendo Arabia Saudí, Israel y Egipto, veía cuatro países a la vez", comenta ilusionado García.

De esta gran aventuras guardan graciosas anécdotas: "en la ciudad de Damasco se nos averió la autocaravana", cuenta García "tuvimos que estar dos días allí" recuerda. Sin embargo, gracias a este problema conocieron la amabilidad de aquella gente: "nos acogieron sin problemas", dice.

Su familia y conocidos le reprochan que viaje a lugares peligrosos, pero para García "no tienen ningún tipo de peligro, lo único que hay que ir es bien preparados e informados".

El porqué de viajar en autocaravana y no en medios comunes es rotunda, "con un viaje organizado vas a ver, pero en autocaravana vas a conocer", señala.

"Hemos encontrado dificultades en la frontera de Siria, para echar gasolina, teníamos que oler el depósito y aunque estuviera lleno o no, siempre nos costaba lo mismo, era como una tarifa plana", recuerda entre risas Joege García.