El cierre al tráfico de la calle San Pedro de Alcántara supuso el último avance en la peatonalización de Cáceres, un proceso que se hizo primordial hace justo treinta años, a raíz de la declaración de la ciudad como Patrimojio de la Humanidad. Pese a ello, hasta 1995 no comenzó a verse hecho realidad, quizás por la oposición de buena parte de la ciudadanía así como por la falta de alternativas para el tráfico tras el corte de grandes avenidas. Pero poco a poco, las personas han ido ganando terreno a los vehículos. A día de hoy se extiende a todo el recinto amurallado, la plaza Mayor, varias calles del casco viejo y, como novedad en los últimos meses, de una vía como San Pedro de Alcántara. Ya existe otro nuevo proyecto: trazar un itinerario peatonal desde el casco viejo hasta el Parque del Príncipa, pendiente de una partida millonaria de Europa. Pero el inicio está en 1986. La concesión del título de Patrimonio de la Humanidad lleva implícito la protección del casco histórico de Cáceres. Por entonces sólo el corazón comercial estaba vedado a los coches (Pintores, Moret y Paneras). En 1995 se llevó a cabo el cierre de dos zonas, la calle San Pedro y el primer tramo de Donoso Cortés. Tras una leve restricción del tráfico en 1996, en 2003 volvió a quedar restringido el acceso a la Ciudad Monumental. En menos de una década, se habían eliminado 350 aparcamientos del casco viejo. Poco a poco se han ido sumando calles. Ahora, se estudia continuar con el trabajo. H