TDtesde hace ya bastante tiempo, años incluso, la Asociación de Amigos de la Calzada Romana, o Camino Mozárabe de Santiago, o Vía de la Plata, andamos en el desasosiego continuo de la contemplación desafortunada y penosa del lamentable estado de nuestra querida y antiquísima carretera.

Mucho nos congratula el afortunadísimo hecho histórico de la coincidencia del camino que emprendían los mozárabes cristianos peregrinos medievales en pos del sepulcro de Compostela con la vetusta calzada por la que tanto transitaron nuestros padres romanos, "Iter ab Emerita Asturicam": ¡Pardiez! ¡La Vía de la Plata!

Lo hemos repetido hasta la saciedad y el tedio: Desde hace años, la afluencia de nuevos caminantes, hacedores del viejo camino mozárabe, crece de continuo. Y lo más curioso: El porcentaje de caminantes centroeuropeo es notorio.

Bien; pues llegan a Cáceres y el desastre es definitivo. Hasta hace un año, poco más o menos, no había más que unas esporádicas flechas de pintura amarilla para orientarlos. Han aparecido en el suelo algunas placas con la silueta del Arco de Cáparra atravesado por una línea amarilla. Loable intento de orientación. Pero ¡se ven muy poco! A nada que uno no esté interesado o advertido, pasará sin verlas.

La Asociación de Amigos de la Vía de la Plata, presta a colaborar para facilitar el paso por Cáceres del creciente número de peregrinos, se ofreció al Consorcio Cáceres 2016 para elaborar un informe sobre todo esto que comentamos. Se acordó encargar a un artista del diseño la realización de unas placas de cerámica con el signo de las peregrinaciones compostelanas: la vieira; y se indicó, en un informe, el recorrido preciso por las calles por las que transcurre el antiquísimo camino a su paso por Cáceres, incluida una breve incursión en la Ciudad Antigua.

¡Vaya, por fin! Hace unos días la señora alcaldesa, Carmen Heras, el concejal de Turismo, Paco Torres, el presidente de la Asociación de Amigos de la Vía, Juan Gil, y un servidor, rodeados de periodistas asistimos a la colocación de las primeras losetas con la vieira peregrina en la Plaza de Santa María. ¡Laus Deo!

Ahora vendrán los que están siempre en contra de todo presentando sus protestas. Qué le vamos a hacer. Si hemos ayudado, aunque sea un poco, a esos cientos de peregrinos que pasan por Cáceres-alabado sea Dios, ya les digo. Y no hemos acabado. ¿No los han visto vuesas mercedes jugándose el tipo en las cunetas de la carretera del Casar? Pues habrá que arreglar esa vaina ¿no? ¿No va a ser posible una sencilla vereda por la que puedan transitar, sin peligro, esos amantes de la soledad, los caminos, las tradiciones y el pálpito, que han dejado los pasos de cientos y miles de peregrinos, que a lo largo de la Historia han caminado por esos mismos pagos que cruzan ellos ahora? Santiago y cierra. Todo por la venerable Vía Delapidata.