"Vivo aquí desde hace 12 años y en ese tiempo la calle ha cambiado, ahora es mucho más tranquila", cuenta este vecino de la calle Pizarro, que como él mismo cuenta es juez y parte en este debate puesto que además de un negocio de encuadernación y vivienda en esta calle tiene dos negocios de hostelería en la zona centro.

"Está claro que no puedes vivir en el centro de la ciudad y pedir las condiciones de La Mejostilla", y añade que la solución al problema actual es "horario libre y rigor en la aplicación de la normativa a todos los empresarios".

Para Barriuso es "un sinsentido" que no se otorguen las licencias de cafés-concierto cuando los decibelios de estas actuaciones "son inferiores a la música que se pincha", apunta, y se muestra optimista porque "puede que esta vez sí haya por fin algún cambio".