No hay «transparencia y se actúa con oscurantismo», asegura el representante de la Asociación Cáceres el Viejo, Raúl Pérez, sobre la Agrupación Vecinal. Se trata del segundo colectivo de vecinos (ya lo hizo Ciudad Monumental) que pone en duda las actuaciones de sus representantes. Pérez indica que los socios tienen derecho a participar en los órganos de la Agrupación, que son tres: la asamblea, la junta directiva y la presidencia.

Pérez hace mención a la asamblea ordinaria que la Agrupación ha convocado para el 18 de abril a las 20.00 horas en la que presumiblemente se hablará de la fusión o no con la Federación, movimiento que representa a los barrios de Sierridos, Hispanoamérica y La Madrila, y que están separados de la Agrupación desde enero de 2016.

A juicio de Pérez para convocar esta reunión, los miembros de la Agrupación han debido de mantener previamente una cita, de la que debían haber informado. En este sentido, señala que desde Cáceres el Viejo se han enviado dos escritos pidiendo participar en el órgano de la asamblea, haciendo uso de los derechos de los asociados como dictan lo estatutos en el artículo 9.3, que especifica el derecho a recibir «cuanta información sea necesaria para tener conocimiento puntual y exacto de los anuncios de la Agrupación». Pérez también hace referencia al punto primero de ese mismo artículo «de participar en los órganos de la Agrupación en la forma prevista en los estatutos».

Haciendo uso de este derecho, Cáceres el Viejo ha remitido un escrito pidiendo a la Agrupación participar en el órgano de la asamblea y «para que en la siguiente, próximas y futuras reuniones de la junta directiva de la Agrupación seamos avisados con la antelación que establecen los estatutos del artículo 28.2».

Pérez desvela que a este escrito no han recibido respuesta, pese a que se envió por dos veces, una el 31 de enero y otra el 17 de marzo. En la segunda misiva, Cáceres el Viejo advierte de que «si la junta directiva de la Agrupación se reuniera sin avisar previamente puede considerarse una reunión secreta» y de que si no se informa a los socios que lo hayan solicitado previamente «la reunión puede ser objeto de denuncia o impugnada en el afán de defender los intereses y los derechos de la Agrupación Vecinal».

La polémica en la Agrupación Vecinal está abierta desde que este colectivo no facilitara a El Periódico Extremadura información relativa al encuentro que habían mantenido con la Federación Vecinal para tratar de reunificarse. Negó la información pero al día siguiente envió un comunicado de prensa. Esta situación generó malestar en un sector del movimiento vecinal cacereño que se ha decidido a cuestionar la actuación de la directiva.