Vuelven las sombras a Waechtersbach, la tercera industria de Cáceres con un total de 92 trabajadores, dedicada a la fabricación de artículos de cerámica. El próximo viernes vencerá el expediente aprobado por la Junta en octubre, que redujo la jornada laboral a un día por semana (7,92 horas) y el sueldo de los trabajadores en la misma proporción (se está compensando con el subsidio de desempleo). Sin embargo, el nuevo empresario, Alejandro Rodríguez Carmona, confirmó ayer que presentará un segundo expediente para prolongar los recortes hasta el 31 de marzo, debido a que todavía persiste la escasez de pedidos.

Carmona habló de "suspensión de contrato", aunque no especificó cómo se aplicarán las reducciones. "Queremos consensuar todo con los trabajadores, elaborar un expediente conjunto", explicó, si bien confirmó que la planta seguirá en producción este trimestre. Por su parte, los representantes sindicales del comité de empresa (UGT, CCOO y CSIF) se reunieron ayer y decidieron sentarse a negociar el expediente, que tendrá que presentarse ante la Dirección General de Trabajo de la Junta en los próximos días. Este organismo puede aceptarlo o rechazarlo.

OPTIMISMO Pese a la crisis, Carmona se muestra optimista: "La fábrica tiene futuro, estoy convencido. Hemos aumentado ventas durante el 2004 en España y el extranjero, salvo en Alemania, donde nuestra antigua matriz ha reducido sus pedidos en 3,7 millones de euros. El problema radica en que arrastramos la deuda de la quiebra, un total de 2,5 millones de euros. Ya hemos pagado 650.000 euros desde julio del 2003 (un 25%), pero este gasto nos impide otras inversiones que duplicarían la capacidad de la fábrica y reducirían costes".

Carmona y su equipo comercial llevan meses buscando nuevos mercados, especialmente en España, Inglaterra y Estados Unidos, donde sus principales clientes han pospuesto sus encargos por la crisis de Irak y el precio del crudo. El empresario asegura que las gestiones marchan bien, "pero son muy lentas, hay que cotejar pruebas, precios...". Aun así, confía en que pasado el invierno, "la peor temporada para el sector", la fábrica cacereña relanzará de nuevo su actividad.