Entre el Womad y la feria, la ciudad feliz asiste entretenida al asunto FV: el abandono del gobierno local por parte del concejal Felipe Vela. Desde que FV llegó al ayuntamiento, en los círculos políticos y sociales cercanos al PP se habló de que su siguiente paso sería aspirar a la alcaldía. También se daba por hecho que su principal escollo era el concejal de Urbanismo y primer teniente de alcalde Andrés Nevado.

Ambos han negado en público y en privado sus aspiraciones inmediatas a la alcaldía, pero nadie les creía. Ahora ha estallado la crisis y algo parece evidente: uno de los detonantes ha sido el enfrentamiento entre los dos concejales.

Vidas paralelas

Andrés Nevado (47 años) y Felipe Vela (54 años) son dos cacereños de toda la vida que comparten su origen humilde. El padre de Andrés está jubilado y fue toda su vida chófer de la Diputación y el de Felipe Vela falleció cuando éste tenía sólo 14 años, lo que le obligó a trabajar duro para sacar adelante a sus ocho hermanos.

Desde entonces hasta ahora, han recorrido un esforzado camino de estudios, trabajo y formación de una familia que ha convertido a Andrés Nevado en un funcionario de Agricultura de clase media que vive en el R-66 y a Felipe Vela en un profesional liberal de clase media alta que habita en esa zona de La Sierrilla que llaman el Beverly Hills cacereño.

A FV, sin embargo, no le gusta que Cáceres sea elitista y asegura que, aunque él parezca una persona seria, estirada y sin sonrisa fácil, en realidad es intimista y un ciudadano de a pie. Andrés tiene una hija fisioterapeuta en Plasencia y un hijo que estudia. La hija mayor de Felipe es abogado y trabaja con él y tiene otras dos que estudian.

Felipe Vela empezó a trabajar en el colegio Paideuterion, donde lo mismo cogía la escoba que sustituía a los profesores. A los 22 años, acabó Comercio, trabajó 15 meses como director administrativo de un grupo de empresas y en 1974 abrió despacho de asesoramiento fiscal. Se casa muy joven y monta en los bajos de edificio Norba tres negocios: la marisquería del mismo nombre, el mítico Drink Pub y la boutique Don Pedro.

En esos años, Andrés Nevado se licenciaba en Historia en la Uex y comenzaba a militar en política: primero en el PSP de Enrique Tierno Galván, después en una plataforma liderada por Ramón Tamames y finalmente en el CDS de Adolfo Suárez, partido con el que en 1987 accede a una concejalía.

En 1991 vuelve a presentarse con el CDS, pero no consiguen representación municipal y en el año 1994, tras una conversación con José María Saponi en la cafetería Lux, accede a ir de número siete en la candidatura del PP. Ganan las elecciones y entra en el gobierno municipal. En 1997 es liberado, situación que ya no dejará hasta hoy. Ha sido concejal de Deportes, de Policía y de Urbanismo y portavoz desde 1999.

En ese tiempo, Felipe Vela acababa Derecho y entraba a formar parte como socio fundador, representante en Extremadura y miembro de su consejo ejecutivo de la firma Auren de auditores, consultores, asesores y abogados, perteneciente al grupo Alliott , con cerca de 500 profesionales en España.

Andrés Nevado es un hombre de partido con gran experiencia política y apoyado por las bases del PP y por el grupo municipal. FV es un profesional con buena imagen popular, aunque no tan bien visto en determinados círculos mercantiles y de la abogacía, y, desde luego, sin la solidez política de Nevado.

Hace tres años, Felipe Vela declaraba irónicamente a EL PERIODICO EXTREMADURA que él sólo entraría en política para declarar inconstitucional trabajar por las tardes. Ha acabado cayendo en la tentación y, aunque se sigue trabajando por las tardes, lo cierto es que resulta más entretenido comentando el asunto FV.