Los vecinos de la urbanización Gredos han tenido que echar mano de su tiempo libre y de sus escasas, por lo general, nociones de jardinería, para hacerse cargo de los parques situados entre las cientos de unifamiliares que forman el residencial. Estos parques centrales, rodeados a su vez por los patios de las viviendas, y con acceso directo desde las calles, dejaron de regarse hace meses por problemas con su titularidad. El ayuntamiento ya ha optado por asumir el mantenimiento, aunque de momento sólo podrá realizar tareas básicas. Mientras tanto, y hasta ahora, el trabajo de los vecinos ha conseguido que algunos jardines se mantengan verdes, mientras que otros se encuentran visiblemente deteriorados.

La urbanización comenzó a habitarse en el año 2002. Por entonces ya se habían construido estos parques de 500 metros cuadrados cada uno, con mobiliario urbano (bancos, farolas, papeleras...) y zonas verdes centrales de 100 metros cuadrados. Su mantenimiento ha corrido a cargo de la promotora Urvicasa hasta que hace unos meses la urbanización fue recepcionada por el ayuntamiento. Entonces comenzaron los problemas, porque la figura bajo la que se habían concebido estos parques ni tenía vigencia, ni tampoco mucho sentido.

Ya en el año 1999, cuando comenzó la obra del residencial, la Junta, el ayuntamiento y la promotora acordaron en un primer contrato que el mantenimiento de los jardines correría por cuenta de los vecinos, pese a que la titularidad del suelo seguiría siendo pública. Es decir, que los inquilinos de esas manzanas tendrían que regar el césped, podar las plantas, pintar los bancos y además sufragar los gastos entre todos, pero eso sí, cualquier ciudadano podría disfrutar de estos espacios al ser públicos y abiertos.

Y ello porque así lo establecía el 2º párrafo del punto 7 del artículo 4 de la Ley 3/1995 de Fomento de la Vivienda en Extremadura, una norma derogada en el año 2001. Por tanto, al recepcionarse la urbanización se ha producido un problema. De un lado, el ayuntamiento no podía hacerse cargo de los jardines porque no eran suyos. De otro, los vecinos tampoco tenían obligación porque la ley ya no lo establece así, y la mayoría ni siquiera conoce la situación.

De hecho, algunos residentes comenzaron a dar la voz de alarma al llegar el buen tiempo y comprobar que los jardines no se cuidaban, que el pasto crecía y que el césped se tornaba amarillento. Unos han conseguido abrir las llaves cerradas por Canal para regar de forma periódica, pero otros patios se echan a perder. No obstante, la solución está en marcha. El ayuntamiento cacereño comunicó ayer a este diario que redactará un informe favorable para solicitar que las zonas verdes pasen a su titularidad, informe que tendrá que aprobarse posteriormente en la Comisión de Urbanismo.

Mientras tanto, y aunque de momento no sean áreas municipales, la Sección de Parques iniciará un mantenimiento esencial a fin de evitar que los jardines se acaben deteriorando por completo y que su recuperación resulte más costosa.