El pleno del ayuntamiento aprobó ayer el expediente para contratar el nuevo servicio de la zona azul, que duplicará las plazas que hay ahora al pasar de 850 a 2.070. El acuerdo se adoptó con los votos a favor del PP y C’s en una sesión tensa, con protestas de vecinos que portaban carteles en los que expresaban su rechazo a la nueva reordenación del estacionamiento controlado. Dos novedades de la sesión fueron el anuncio del gobierno local (PP) de que se abordará la modificación de la ordenanza para revisar la restricción de que no se pueda aparcar más de dos horas en la zona azul y la carta del Ayuntamiento de Casar de Cáceres con su protesta por el efecto que tendrá la ampliación de la zona azul en los casareños que diariamente viajan hasta la capital.

Las intervenciones de los ediles del PP, Rafael Mateos, y C’s, Antonio Ibarra, fueron interrumpidas varias veces por el público. “Es un robo”, “es ridículo lo que dicen”, “¿así escuchan al pueblo?”, “¿cuánto sacáis del contrato -con la empresa que gestionará la zona azul--?»…, fueron algunas de las expresiones. La alcaldesa, Elena Nevado, apercibió más de una vez a los asistentes. Llegó a ordenar el desalojo de los mismos. Llamó a la policía y agentes de uniforme entraron en el salón de plenos, dentro ya los había de paisano, pero no llegó a producirse, ya que la orden coincidió con el final del debate sobre la zona azul y los presentes abandonaron el salón. Solo en el caso de una mujer, que siguió con su protesta, la alcaldesa reiteró la orden, además pidió que todas las expresiones se recogiesen en el acta, los plenos de la corporación se graban, «para dar cuenta a la Subdelegación del Gobierno» -hay un antecedente de dos jóvenes que fueron sancionados-.

El portavoz del gobierno, Rafael Mateos, argumentó la ampliación y reordenación de la zona azul porque el sistema actual «no funciona» y con el objetivo de reducir «el tráfico de saturación» de coches que ahora circulan buscando una plaza y para que haya «más rotación». El concejal de Ciudadanos, Antonio Ibarra, explicó que apoyan el nuevo contrato por «responsabilidad» y porque el gobierno aceptó las condiciones que plantearon, requisitos a lo que ayer sumó otros, destacando que se elimine la restricción de no poder estacionar durante más de dos horas en la zona azul. Mateos aseguró que aceptan la petición, pero recordó que se tiene abordar con una modificación de la ordenanza de la zona azul, no con el contrato, que era lo que ayer se votó.

HIPOTECA DE DIEZ AÑOS/ El concejal socialista, Andrés Licerán, consideró excesivo que el nuevo contrato sea por diez años, opinando que debía ser por un tiempo menor «para saber si el nuevo modelo -de la zona azul-- funciona o no-», salvo que lo que se pretenda es que no sea inferior a diez años porque entonces «ya no sería tan atractivo para las empresas que vienen a lucrarse con lo público». El PSOE y CACeresTú (Podemos) votaron en contra del nuevo contrato. La portavoz de Podemos, Consuelo López, aseguró que la reordenación de la zona azul «no disuará» a los conductores ni favorecerá la rotación, sino que «solo gravará los bolsillos» y «aumentará las multas».

También se aprobó el cambio del contrato de autobuses y la subida de la tarifa, aunque, como explicó el secretario de la corporación, Juan Miguel González, cuando leyó el expediente, la revisión se tiene que enviar a la Comisión Regional de Precios, por lo que no entrará en vigor hasta julio. PP y C’s votaron a favor de financiar los cambios con cargo a la subida de la tarifa, mientras que PSOE y Podemos lo rechazaron porque defienden que se afronten con cargo al déficit del servicio que se atiende con los presupuestos municipales.