Cuando en octubre de 2016 se anunciaron las condiciones del concurso que se iba a convocar para la gestión de la zona azul se produjo un rechazo ciudadano, incluso hubo una manifestación, por el incremento de plazas. En la propuesta inicial se triplicaban. Al final, tras el acuerdo entre el gobierno (PP) y Cs, se dejó en más del doble. Con el nuevo contrato se pasará de 840 a 2.130 plazas.

Si todo se hubiese desarrollado con normalidad, hace un año que ya estaría en servicio la nueva zona azul. Pero este concurso se ha ido complicando y esta semana se ha confirmado lo esperado: se ha recurrido la propuesta de adjudicación a Dornier, lo que suspende el procedimiento hasta la resolución de la reclamación y pospone la firma del contrato con esta empresa, que es la propuesta por el ayuntamiento para afrontar la ampliación de la zona azul y su gestión durante diez años.

Este caso recuerda al ocurrido con el concurso que se convocó para la gestión del agua, aunque con una diferencia: los recursos en materia de contratación no los tiene que resolver ya el propio pleno del ayuntamiento, que difícilmente puede ir en contra de sus propios actos, sino un órgano externo, la Comisión Jurídica de Extremadura. Las decisiones de este órgano consultivo de la Junta pueden recurrirse ante un tribunal, pero, a diferencia de lo ocurrido con el agua, sería más complicado para un juez rebatir los argumentos de la comisión si coinciden con los del ayuntamiento.

El recurso lo ha presentado una unión temporal de empresas constituida por la vasca Gertek y la multinacional Acciona. Esta Ute fue la segunda en la puntuación dada a las ofertas por los técnicos del ayuntamiento, aunque la diferencia con la primera, Dornier, es mínima, de solo 25 décimas. El pleno del ayuntamiento propuso que se adjudicase a Dornier en base a los puntos de la valoración hecha por los técnicos.

Esa exigua diferencia obliga a la comisión a una argumentación lo más completa posible para despejar las dudas y evitar que, como pasó con el agua, se acabe resolviendo por los tribunales con el riesgo de que el ayuntamiento, y con ello los ciudadanos, tengan que afrontar nuevos costes.

A favor del acuerdo de adjudicación a Dornier está que ya se penalizó su oferta no dándole ningún punto en el criterio que ha dado lugar a toda la complicación (el precio a pagar por el servicio de grúa). En contra tiene que los precios que propone para la grúa están por encima de los recogidos en el pliego de condiciones del concurso. Tampoco Gertek y Acciona tienen todo a su favor, ya que el servicio de Intervención del ayuntamiento llegó a proponer su exclusión porque la baja que ofertó sobre el coste anual del servicio era muy superior a la del resto de licitadores, aunque la Mesa de Contratación consideró al final justificada dicha baja, lo que dejó a Gertek y Acciona dentro del concurso. Ahora todo depende la Comisión Jurídica de Extremadura, a donde por segunda vez en menos de un año vuelve el expediente de la zona azul.