Una información publicada sin cumplir con todos los trámites ha beneficiado indirectamente a los que buscan cada día un sitio para aparcar en el centro porque ha aplazado durante siete meses la resolución del nuevo concurso de la zona azul. El ayuntamiento ha dado un rodeo de 360 grados en su tramitación para volver al mismo punto de partida. Ha sido un ‘error’ provechoso porque el nuevo servicio será más restrictivo. No se trata solo de que haya más plazas, sino que se va a ser más riguroso en el cumplimiento de las normas y de la rotación, no habrá la flexibilidad de ahora. Si el máximo es de dos horas, esta vez sí serán dos horas. Y las reglas, una vez adjudicado el concurso, ya no se podrán cambiar salvo compensación a la empresa o revisión de precios.

Si los precios que ofrecen los licitadores son más reducidos que los que hay ahora, Dornier que es la candidata para ganar el concurso deja el coste de la hora en casi la mitad, es porque se aplicará con más rigor. Si una empresa opta a un concurso para la gestión de un servicio municipal, lo hace para ganar dinero. El fin de contar con una grúa o con un ‘multacar’, vehículos que tendrá que aportar la nueva empresa, no es solo impositivo, sino que es para asegurar que el que estaciona paga por los minutos reales de ocupación.

En circunstancias normales, la nueva zona azul ya tendría que estar implantada, al menos desde el verano. Pero una información adicional publicada en el perfil del contratante con la intención de aclarar dudas planteadas por una empresa ha enturbiado la resolución del concurso. Esa información, que cambiaba una de las reglas, se publicó sin que se cumpliese con el trámite de modificación de los pliegos (las normas por las que se rige el concurso).

La aclaración no afecta a un hecho principal del servicio, está referida al precio que se tendrá que pagar por la grúa, y se podría haber seguido con la tramitación; pero para evitar males mayores, de los que aún no se está libre, el ayuntamiento optó por la prudencia y por armarse de razones frente a los posibles recursos que se pudiesen plantear. Se optó por anular esa aclaración y solicitar la autorización al órgano autonómico competente, que además es el mismo que tendrá que resolver los recursos contractuales que se puedan presentar.

Pero la Comisión Jurídica de Extremadura no despejó todas las dudas al considerar que la aclaración no se puede anular porque no es un acto administrativo. Solución que adopta el ayuntamiento: no se anula, pero tampoco se aplica. Resultado: volvemos al punto en el que se estaba en marzo, aunque con más garantías. No obstante, para tomar la decisión también ha ayudado enormemente que la empresa con más puntos era la misma, Dornier, teniendo en cuenta o no la aclaración.

No obstante, me sigue quedando una duda: ¿Cuánto costará la grúa? Serán 100 euros, que es lo que pone en la oferta de Dornier que siguió para hacer su estudio de viabilidad lo indicado en la aclaración, o 60 euros, que es lo que dice el pliego del concurso que como máximo se tendría que pagar.