Era como la hermana mayor del hatajo de mocosas que conforman el Femenino Cáceres. Y ahora se ha ido. Vania, la futbolista brasileña que ha marcado buena parte de los goles del equipo en los dos últimos años, se va a su país por problemas familiares que tiene que atender allí. La enfermedad de su padre ha roto un matrimonio entre jugadora y club que se había desarrollado con armonía todo este tiempo.

Vania Cristina Martins, de 29 años, llegó a Cáceres a finales del 2007. Fue una apuesta de Manuel Rey, presidente del Sagrada Cena, entonces en Primera Nacional. El equipo llevaba cero puntos y su presencia fue todo un revulsivo: cuatro tantos en su primer partido, saldado con victoria ante el Trujillo. Gracias a los constantes aciertos ante la portería rival --17 en 14 partidos--, el equipo acabó la temporada con 17 puntos, pero aún así no pudo evitar el descenso, cediendo el relevo del fútbol de chicas local al Femenino Cáceres, que consiguió plaza en la misma categoría.

La estrella se quedó la siguiente temporada, la 2008-09, con más números de escándalo: 34 goles --el 50% del equipo-- en 26 partidos. Al mismo tiempo hizo una gran labor con el resto de las jugadoras, muchas de las cuales sin experiencia y con mucho que aprender todavía. En esta campaña se va con 17 goles en 18 jornadas.

Nacida en Sao Paulo e internacional con Brasil, su paso anterior por España no había sido bueno en el Levante, en la Superliga. En Cáceres encontró su sitio y parecía bastante feliz, aunque en los últimos meses las noticias que le llegaban desde su casa la han atormentado. Pese a todo, no ha descendido su rendimiento y ha sido clave en la racha positiva (siete victorias consecutivas) de un equipo que es tercero en la clasificación de su grupo.

Lo curioso es que Vania ni siquiera era ariete, pese a meter tantos goles. Jugaba más bien de interior derecha --en su país lo hacía como lateral--, incorporándose muy a menudo al ataque con unas estadísticas incontestables.

No se descarta que pueda volver la próxima temporada cuando la situación en Brasil se le aclare. De momento, ha dejado recuerdos inmejorables.