Juan Prieto Benito tiene 15 años y lleva subido en una moto prácticamente desde que le salieron los dientes. Nació un 6 de julio de 1994 en Torremejía y en su casa ha crecido entre motos, pues su padres, Valentín Prieto, fue dos veces subcampeón de Extremadura de motocross y ahora regenta una tienda de motos en su localidad natal. Pero más que su padre, quien influyó en Juan para que se subiera en una moto fue su madre --que ya falleció y a la que tiene siempre presente cuando se sube en una moto--, rompiendo el tópico de que sean más miedosas y más precavidas con sus hijos.

Empezó a competir en el año 2006 con una moto Kawasaki de 85 centímetros cúbicos en la categoría MX Promesas. Su mejor puesto fue una duodécima posición en el Campeonato de España en una carrera que se disputó en Miajadas.

Un deporte muy duro

Juan compite en los campeonatos de España y Andalucía, además del extremeño, aunque no está federado aquí. "Quiero coger mucho nivel y aquí en Extremadura el motocross cada vez va a mejor, pero federado en Andalucía puedo hacer más carreras, ya que tengo la posibilidad de competir en los dos campeonatos además de en el nacional", señala.

A pesar de ser un deporte muy sacrificado, pues tiene doble entrenamiento, por un lado el físico y por otro el propio entreno encima de la moto, Juan nunca ha descuidado sus estudios (cursa 4º de Educación Secundaria Obligatoria en el Instituto Santiago Apóstol de Almendralejo). "Saco muy buenas notas, aunque la verdad es que los entrenamientos me quitan mucho tiempo para estudiar", dice, ya que cada vez que quiera subirse a la moto tiene que desplazarse a Don Benito, al circuito Doña Blanca, o a Malpartida de Cáceres para entrenar en Las Arenas.

Sus sueños

El sueño de este joven motorista es, a largo plazo, "poder vivir de este deporte aunque es muy complicado". Y a corto plazo "me gustaría quedar campeón de Extremadura y ocupar una buena posición en el Campeonato de España". Además, le gustaría correr alguna prueba del europeo, algo que "dependerá del presupuesto".

Además de sacrificado, también es un deporte bastante caro. Tiene un presupuesto anual aproximado de 12.000 euros, que sufraga en un 90% su padre, por lo que al piloto de Kawasaki le gustaría que "las administraciones se involucraran más, por ejemplo, aquí en Torremejía el ayuntamiento no me ayuda en nada". Curiosamente, uno de sus espónsor es la Junta de Andalucía y la Federación Andaluza de Motociclismo, que le ayudan con el pago del kilometraje siempre que el piloto tenga licencia nacional y corra un número mínimo de carreras, mientras que él se siente muy orgulloso de ser torremejillano y extremeño.

Actualmente acaba de salir de una lesión en un hombro que se hizo en la última carrera del Campeonato de Andalucía en Valverde del Camino. En ese momento iba sexto en la temporada (el día de esta entrevista recibió el alta y estaba deseando volver a entrenar). En el Campeonato de España lleva conseguido un duodécimo puesto en la carrera que se corrió en el circuito cacereño de Las Arenas hace poco más de un mes.