Huele a limpio y se respira frescura en la residencia del centro de tecnificación. Son casi las diez de la mañana y el espectacular edificio deportivo de reciente puesta de largo transmite eso mismo, deporte. Y eso pese a que apenas hay deportistas (están en clase, lógico).

Para aquellos cacereños de cierta edad, sería sin duda sorprendente ver en qué se ha convertido una antiquísima instalación que incluso sirvió de vestuario para los equipos de fútbol, fundamentalmente, que utilizaban aquella parte del histórico complejo llamado ´José Sanz Catalán´. Allí también estaban las calderas, entre otras instalaciones dentro de un lugar inmenso, muy alto, ahora aprovechado al máximo con una sobriedad no exenta de cierta coquetería.

Piscina

Ahora todo rezuma modernidad, mezclada con sencillez. El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissaveztky, así lo corroboró durante la inauguración de hace una semana. Desde una habitación, el propio dirigente del deporte español vio un proyecto paralelo que puede ser la guinda de un pastel : la piscina de 50 metros, objetivo que se cumplirá en los próximos años remozando las instalaciones, para lo cual se invertirán más de dos millones.

"Tenemos un régimen interno, unos horarios y unas normas", explica el consejero mientras da detalles de la residencia, minutos antes de girar visita junto a los dirigentes de las federaciones, alguno de los cuales ya esperan.

Con un poco indisimulado orgullo por la culminación provisional de un proyecto que está en marcha desde el 2004, el consejero se siente satisfecho hasta de la cocina, que también muestra con ganas. De momento, está inutilizada --ahora los deportistas se alimentan con la comida de un cátering-- pero en un futuro cercano estará a pleno rendimiento. No está en la residencia, sino en antiguo bar. Esto ha cambiado. Siempre se ha dicho que la Ciudad Deportiva es la ´joya de la corona´ de las instalaciones extremeñas. Ahora es un poco más. Ahora no solamente está en la historia, sino también en la pura vanguardia.