Las espectaculares gargantas de la comarca de La Vera han sido escenario del segundo Master de maestros de pesca con mosca sin muerte , celebrado a principios de mes. Como en la primera edición, reunió a un nutrido grupo de participantes.

La pesca con mosca es una modalidad milenaria que año a año va ganando adeptos en la región. Es una modalidad que requiere gran habilidad y conocimiento --los que la practican la consideran un arte-- y que pretende atraer al pez con un señuelo que imita a ninfas, pupas o insectos ahogados o secos, de una manera muy natural y delicada. Este tipo de pesca es una de las más puras y desafiantes en que pez y hombre se enfrentan.

Se cree que la pesca con mosca nació en Macedonia en el siglo dos antes de Cristo, aunque en algunos escritos chinos de hace más de 4.000 años ya se hace referencia a esta modalidad. En España no hay referencias de ella hasta después de la Edad Media.

La competición

Cinco días duró este segundo máster de maestros de esta modalidad (1, 2 , 3, 4 y 5 de abril). Más que una competición era una reunión de amigos, de amantes de la naturaleza y de la pesca con mosca. Durante el sorteo todos destacaron la escasez de agua, que junto a las lluvias de esos días y los fuertes vientos hacían temer un descenso en la actividad de las truchas. Aunque finalmente este hecho no marcó significativamente la competición.

Los escenarios para la competición eran inigualables: las gargantas de Jaranda, de Michones y la Mayor, que se dividieron en tramos por los que se repartieron los participantes.

La tónica general de la competición fue la sorpresa de los asistentes, ya que las capturas fueron abundantes y las tardes les regalaron buenas mangas con la mosca seca. Entre todos los competidores capturaron 1.147 peces, el mayor de 34,5 centímetros, aunque se escaparon algunos más grandes. Tras el pesaje todos fueron devueltos vivos al agua.

El primer puesto y el trofeo Puente de Oro fue para Isidro Herrera, Pablo Castro logró el Puente de Plata y Fernando García el de Bronce. Ellos se llevaron los trofeos, pero todos los participantes disfrutaron de la actividad que más les gusta.

Como novedad en esta edición, la organización introdujo algunos cambios con respecto al año anterior. El más significativo fue admitir todas las truchas pescadas, aunque no superasen el tamaño de 18 centímetros. Esto supuso que en determinados tramos se hicieron mangas con gran número de capturas, destacando la actuación del que fue el ganador final, Isidro Herrera, en el tramo uno de Jaranda, con 25 peces capturados.

Este cambio, unido al de que todos los tramos se pescarían a tramo limpio --con las ventajas sobre la pesca que esto conlleva-- fue muy aplaudido por todos los participantes, ya que favorece la deportividad en la pesca, puesto que se proclamaría campeón el que más truchas hubiera pescado y no intervendría el factor suerte determinado por la captura de un pez por encima de los 18 centímetros.

Los organizadores y colaboradores ya se han citado para buscar a nuevos maestros de la pesca con mosca en la próximo edición del máster.