Cada año me siento más identificado con el eslogan del anuncio de "Vuelve a casa por Navidad". Y por muchos años que pueda compartir estas fechas tan entrañables con mi familia y amigos en Extremadura.

Este año hemos cambiado la sede familiar volviendo a la Nava de Santiago, el pueblo de mis padres y abuelos, rememorando las reuniones familiares de siempre en casa de mi abuela con todos los tíos y primos, aunque ahora seamos menos y hayamos cambiado de casa, pero hemos podido disfrutar de la clásica "lumbre de Nochevieja" junto a la Plaza de España alrededor de la que se reúnen muchos de sus habitantes y es un buen momento para reencuentros, felicitaciones y, por supuesto, calentarse en las frías noches de diciembre.

También nos hemos traído muchos deberes en la maleta ya que en las estancias tanto para Navidad como en Reyes, la Nochevieja la pasé en Madrid corriendo la San Silvestre Vallecana, en plena preparación de mi objetivo maratoniano coincide con el periodo de mayor volumen de entrenamiento que hace que casi mañana y tarde haya que ponerse las pilas y entrenar duro sustrayéndose un poco del ambiente festivo que nos rodea.

En nuestro deporte somos esclavos de nuestro cuerpo que no conoce de fines de semana, festivos o días de descanso. Hay que buscar los estímulos que nos lleven a ese estado de forma que nos permita conseguir nuestro objetivo de la temporada. Pero todo tiene su cara positiva ya que con tanto ejercicio y gasto energético uno se puede permitir disfrutar de las comidas navideñas y de todos esos excelentes alimentos extremeños.

¿Y para los que no os motive correr? Pues hay otras muchas actividades. Por ejemplo en La Nava han organizado varios bailes durante las tardes y noches de los días festivos lo cual es una alternativa perfecta siempre que no seas de los que miran y te pongas en marcha ;-)