Habrán oído ustedes hablar de lo que se llama televisión a la carta, aunque seguramente muchos no lo habrán probado. Por suerte, en la nueva web de RTVE (www.rtve.es) sí que se puede tomar contacto con ese concepto. Así, esta mañana tranquilamente después de desayunar he visto el programa de esta semana de Redes, presentado por Eduardo Punset.

¿A cuento de que viene esto? Pues de que en dicho programa, titulado "predeciblemente irracionales", se hablaba de aquellas decisiones y estrategias que utiliza el ser humano para intentar ser racional, pero que en muchos casos no lo son, por ejemplo a la hora de hacer las compras en el supermercado o, como puede ser mi caso, a la hora de planificar los objetivos de una temporada deportiva.

En el programa hablaban de una estrategia que titula esta columna: "quemar los barcos". Viene de un general chino que se sublevó contra su emperador, al que atacó con su ejército y para que las tropas no tuvieran la tentación de huir les hizo quemar los barcos en los que viajaban hasta el campo de batalla.

Según el científico entrevistado, Dan Ariely, ésta es una buena estrategia ya que el ser humano tiende a ´dispersar´ su energía y su dedicación cuando tiene varios objetivos en mente o donde elegir. Por eso si se cierran las puertas de todos menos de uno es más fácil canalizar toda la energía hacia ese reto u objetivo.

Podía haber intentado estar en los Juegos Iberoamericanos en dos semanas en Chile o intentar hacer marca en otras pruebas, pero para mí, lo importante este año son los 5.000 metros y los Juegos Olímpicos de Pekín.

Como siempre, una doble lectura, ¿qué pasará si perdemos la batalla y no tenemos barcos en los que poder volver a casa?