El carnaval de Monesterio, -que este año se prolonga lunes y martes-, con actividades infantiles en el polideportivo municipal y la proyección de la película Vaiana, cerró sus actividades más participativas con el popular entierro de la sardina. El cortejo fúnebre cambió su lugar de salida, de la calle Templarios a la carpa de carnaval, donde se veló a la sardina a lo largo de toda la jornada, mientras se sirvieron migas con sardinas para todos los asistentes. Tras recorrer en procesión algunas calles de la localidad, la sardina fue incinerada, mientras los dolientes fueron invitados a una chocolatada con perrunillas.

Tanto el alcalde, Antonio Garrote, como el responsable municipal de cultura y festejos, Juan Molina, expresaron su «satisfacción» por el «grado de participación» de esta fiesta. El objetivo, concluye el alcalde, es el de intentar “ir mejorando año tras año”. Después de tres días de actividades, pasacalles, verbenas y concursos, el carnaval se despide de forma gradual, pues a la actividad infantil prevista hasta hoy, se suma una exposición fotográfica, que se acompaña de antiguos vídeos y trajes de carnaval, que todavía puede visitarse en la sala de conferencias de la casa de la cultura, hasta el próximo viernes, en horario de 17 a 21 horas.