Modistas, comparseras, presentadoras, periodistas... Sencillamente, son más. Firman, locutan o radian la mayoría de las informaciones carnavaleras. Hay más representación en los desfiles y en la cantera murguera. La práctica totalidad de los trajes sale de sus manos y de sus hilos. También presentan el COMBA este año y vuelven a ser más en velar por la seguridad y la salvaguardia en las calles y en el López de Ayala. Pero el concurso de murgas da al traste con esto. Las mujeres hacen el grueso del carnaval de Badajoz, pero las portadas, los egos y las fotos, la mayoría del certamen murguero por transcurrir durante dos semanas, proyectan una imagen que difiere de este hecho.

Para cuando lean estas líneas, el concurso de murgas habrá finalizado y sabrán si las Chimixurris han conseguido imponer su revolución. No lo tenían fácil. Sólo una agrupación femenina ha actuado en la final, de ocho grupos clasificados. Sólo 2 de 15 en semifinales. Y sólo 5 de 28 participantes en total. «Igual dentro de 20 años... Ahora nos las vemos y nos las deseamos para encontrar guitarritas o percusionistas...», explica Ana Lara, componente de ‘Las Chimis’. Y señala otros factores. «Parece que las mujeres tienen más responsabilidades. Los bebés, los embarazos... Parece también que las murgas masculinas tienen más aceptación...».

Para esta edición del concurso, además, se designaron dos presentadoras. Dos carnavaleras de pro que hablan de este aspecto del concurso. «Todavía no hay equidad, pero poco a poco se está avanzando mucho. Es un trabajo de mucho tiempo. Las mujeres no se encuentran relegadas ya al tema de los trajes. Hay una evolución en el pensamiento», dice Leonor Real, que trabaja en Onda Campus. «Durante mucho tiempo ha sido cosa de hombres, pero cada vez hay más mujeres. Yo nunca he sentido un trato diferente», afirma Nieves Roque, de la Cadena Cope y miembro de La Galera, que no ha concursado este año. «Posiblemente tengamos más condicionantes» zanja por vivencia propia, ya que ha sido mamá recientemente.

Excepción

Lo que pasa en el concurso de adultos no es más que la excepción que confirma la regla. Sólo hay que echar un ojo a la cantera. Prácticamente la totalidad de las agrupaciones presentadas al concurso infantil contaban con más pequeñas que pequeños. Y, en el juvenil, más de lo mismo. El grupo que ganó, del Santa María Assumpta, lo refleja a la perfección: 25 miembros, 19 chicas y sólo 6 chicos. «Es muy difícil competir con el fútbol porque los ensayos requieren mucho tiempo», afirma Matías Reviriego, director de la murga y del centro escolar. Y se aventura a pronosticar lo que sucederá en los próximos años. «Tengo claro que el futuro del carnaval es femenino».

También hay más comparseras que comparseros. Y, en este punto, en el del desfile, las mujeres han jugado otro importante papel: el de tejer los trajes que maravillan y asombran y que tienen buena parte de culpa en la declaración de Badajoz como de Interés Turístico Nacional. «La mayoría de modistas que se dedican a los disfraces son mujeres. Mujeres que lo hacen en sus propias casas y, muchas veces, ayudadas por sus vecinas», refleja Luis Pajares, presidente de la Falcap. Y prosigue. «En los artefactos hay menos, pero en comparsas la proporción es algo más del 60 por ciento». El mismo porcentaje que de periodistas femeninas acreditadas para el COMBA, según fuentes municipales.

También más de la mitad del dispositivo de Cruz Roja para el carnaval lo forman mujeres. «En enfermería somos más nosotras que ellos. Por eso aquí también», explican Paula e Irene desde el López. Son mayoría en todo menos en las fotos. Pero en futuro, la consecución del Interés Internacional, pasará por sus manos, por sus trajes y, por qué no, quizás en un futuro, también más por sus canciones.