REPASO A LA HISTORIA

Cataluña y el comercio de esclavos

Luis Javier López Fuentes // Cáceres

Ahora que se acerca el 12 de octubre empezaremos a escuchar las tonterías de siempre de boca de seres vivos como Ada Colau. Los ignorantes llenos de odio acusarán a los españoles de perpetrar un genocidio en América. Fruto de su estulticia histórica escupirán sobre los extremeños Cortés y Pizarro. Estoy seguro que acusarán a estos paisanos de ser unos fascistas, unos fachas y hasta de franquistas según la ley de memoria histórica. No perderé el tiempo explicando lo que significa el 12 de octubre, pero ya que ellos escupen mierda, me voy a dar el gusto de darles su propia medicina.

Saben ustedes que la burguesía catalana y los barceloneses hicieron fortuna con el tráfico de esclavos de América. Saben ustedes que Barcelona se convirtió en el centro del tráfico de esclavos desde el siglo XIX. Saben ustedes que cuando surgieron los primeros movimientos antiesclavistas en España, Cataluña se rebeló con uñas y dientes para no perder el monopolio. Resulta curioso que los catalanes, raza sublime, faro de la democracia, ejemplo de tolerancia, paz y solidaridad entre los pueblos ; traficaron con personas, cercenaron su libertad y se enriquecieron con la desgracia ajena. En fin solo eran pobres negros.

Ya se sabe, los catalanes por la pela hacen cualquier cosa, incluso se vuelven esclavistas y racistas, aunque se escudarán justificándose en que Colón, Pizarro y los españoles les contaminaron con sus vicios. Pero lo más curioso de todo esto es que en Cataluña ha aparecido un grupo de historiadores que aseguran que Pizarro era catalán. Además de ignorantes se ponen a escupir hacia arriba.

A CAÑONAZOS

Matar mosquitos

M. S. Capdevila // Madrid

¿Matar mosquitos a cañonazos? No: ya no son unos pocos mosquitos normales, sino una amenazadora plaga de mosquitos furiosos, envenenados por una falta de sanidad tolerada durante décadas por los gobiernos centrales para conseguir los votos de una mafia conspiradora. Tampoco son cañonazos, sino una intervención quirúrgica a vida o muerte de un cáncer que debiera haber sido extirpado mucho antes de que dañara a la mayoría de los catalanes, españoles e incluso europeos.