LA IMPUNIDAD

El mal uso de Facebook

Aida Yáñez González // Plasencia

¿Cómo es posible que a finales de 2017 se permita que un ser despreciable, insulte, veje y amenace a mujeres y nadie haga nada?

Desde hace más de año y medio somos varias las mujeres que estamos siendo atacadas por una ¿persona? a través de Facebook. Ha llegado a poner nombres, apellidos y hasta la dirección. Se ha denunciado en el juzgado y en la Policía Nacional y absolutamente nadie hace nada.

A una de ellas incluso se la encaró estando con un octogenario en silla de ruedas en la calle, con la Policía Local delante y contestación del agente de la policía:

«Nosotros no podemos hacer nada».

¿Si ni siquiera la policía hace nada que hay que esperar? ¿Que haya sangre? Parece que es lo que esperan para poder actuar. Ha puesto fotos privadas e incluso llegó a poner las fotos de unas bragas manchadas de regla para decir que es de una de las mujeres con la que está obsesionado.

Tal es la maldad de este descerebrado que arremete con una onege que le ayudó cuando estaba prácticamente en la calle.

Y dirán ustedes que esto vendrá por algo. Pues este sujeto está obsesionado con una de ellas, le pidió salir y ella le dijo que no. Vale que un rechazo amoroso siempre sienta mal, pero es que lo de este sujeto es ya para encerrarle.

Después del desengaño le dio por beber y, en una noche que estaba borracho, se tomó también un chupito de anticongelante. Tal y como lo leen. Acabó en el hospital y cuando salió empezó a arremeter contra todos los que se acercaban a la mujer.

¿Se supone que esa mujer y sus allegados no tienen derecho a vivir tranquilos? Pues por lo visto no.

Ni el juzgado ni la Policía Nacional ni el Ayuntamiento de Plasencia (sí, incluso fuimos a hablar con el alcalde Fernando Pizarro) creen que esas personas puedan vivir sus vidas tranquilos.

La pareja de una de esas mujeres creó un grupo en Facebook para poder defender a su pareja y a las otras mujeres y ¿a que no sabéis que pasó?

Facebook cerro el grupo.

Precisamente por eso me decidí a crear esta carta, para que la gente vea como en Plasencia se trata a las mujeres y porque, por desgracia, sé que este sujeto no va a parar e incluso va a ir a más.

Que no os extrañe que un día salgamos en las noticias. Espero que si algo le pasa a alguna de esas mujeres no salga el alcalde con un cartelito contra el maltrato.

Porque sabiendo lo que está sucediendo en su ciudad, no hace nada por remediarlo.